La penúltima jornada del año se presentaba a priori como una oportunidad para los equipos que encabezan la tabla de sumar tres puntos más a su casillero y distanciarse en los mismos sobre un Real Madrid que quedará pendiente de disputar su encuentro de la Jornada 16 ante el Leganés debido a la disputa del Mundial de Clubes. En esa situación se encontraba en los prolegómenos el Atlético de Madrid, que recibía a un Alavés que sin embargo había logrado despertar tras la llegada de Abelardo a su banquillo y que ahora veía como la permanencia se situaba a tan sólo tres puntos, por lo que la presión sobre los vitorianos se veía disminuida y ello amenazaba con covertir al Alavés en un peligro en el Metropolitano. Pese a ello, los de Simeone debían tratar de sumar tres puntos que presionaran al Barcelona en su partido del domingo, ya que en caso de lograr la victoria los rojiblancos dormirían a tan sólo tres puntos del líder.
El Atlético ya era conocedor de que el Valencia había caído derrotado en Ipurúa y que ello le posibilitaba asaltar la segunda posición en caso de salir victorioso del envite ante el Alavés. Sin embargo, al conjunto de Simeone se le suelen atragantar los partidos en los que debe llevar el peso del partido. Es el del Cholo un equipo que se siente más cómodo siendo dominado que obligándose a dominar, por lo que la visita del equipo vitoriano más que en alivio se fue convirtiendo poco a poco en tormento. Trató eso sí de dominar el encuentro, gozó de mayor posesión que su rival, pero ello no le reportó demasiada ventaja en cuanto a situaciones de peligro se refiere. El Alavés confirmó las buenas sensaciones con las que llegaba al Wanda Metropolitano, mostrándose como un equipo compacto, solidario y peligroso a la contra, con una segunda línea extremadamente peligrosa. Burgui, Pedraza e Ibai se bastaron para llevar peligro a la portería de un seguro Oblak, mientras que en el primer acto tan sólo en dos jugadas aisladas Saúl y Koke estuvieron meridianamente cerca del gol. Con dicho desarrollo, que el resultado al descanso terminó siendo de empate sin goles parece una evidencia.
El Cholo trató de cambiar el curso del encuentro al descanso, dando entrada a Correa en lugar de un Thomas poco influyente en el juego. El Atleti mejoró, aunque dicha mejoría no terminaba de bastarle para lograr dañar a su rival en forma de ventaja en el electrónico. El Alavés aguantó el arreón local, pese a que para ello comenzara a cargarse de amonestaciones, y llegados los veinte minutos de la segunda mitad dio entrada a Medrán en sustitución de un Burgui que aportó enormemente al juego ofensivo de su equipo. El Cholo quemaba sus naves, dando entrada a Torres y Carrasco en lugar de Gameiro y Saúl. Los cambios terminaron siendo claves en el resultado, no sólo los del Atletico, muy probablemente la salida de Burgui también ayudó a los rojiblancos a liberarse de una amenaza. Sólo quedaban veinte minutos por delante y tocaba arrebato. Y la fórmula funcionó. En el minuto 75, se asociaron los tres mejores jugadores rojiblancos de la noche. Correa encontró a Vrsaljko en una más de sus llegadas por banda derecha y el lateral colocó un centro raso impecable para que Fernando Torres, en uno de los primeros balones que tocaba, empujase a la red y otorgara ventaja a su equipo. Es una de las grandes fortalezas de este Atleti, su banquillo puede revolucionar partidos, la riqueza de su plantilla lo hace aún más peligroso. El gol fue una losa demasiado pesada para un Alavés que pese a la derrota dejó muestras para creer en la permanencia y el Atleti se limitó a cuidar su ventaja para terminar sumando una victoria fundamental para continuar en la lucha por el título.
LO MEJOR: la mejoría experimentada por el Deportivo Alavés desde la reciente llegada de Abelardo al banquillo. El ‘Pitu’ ha dotado de coherencia sus alineaciones y de convicción a sus jugadores. Pese a la derrota, los vitorianos dieron la cara y pusieron en dificultades a un rival de mucho peso.
LO PEOR: las dificultades del Atlético de Madrid para superar a equipos a los que deba dominar desde el juego y no desde el contraataque. Un punto débil que no termina de superar el equipo colchonero, pese a que terminase consiguiendo la victoria.
JUGADOR SPHERA (MVP): Ángel Correa
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