Así funciona el Milan de Gattuso

El duelo entre Juventus y
Milan, 30ª jornada de Serie A, era importante, no solo por los objetivos de
ambos clubes -Scudetto y puestos Champions-, también para evaluar el nivel de
crecimiento del equipo de Gattuso.

El resultado, 3-1 para
los bianconeri, certificó tanto la superioridad bianconera como las cualidades
tácticas de Allegri, capaz de leer los partidos y modificarlos en el momento
adecuado. Esta vez fue con las entradas de Douglas Costa primero y Cuadrado después;
y con el paso a un sistema 4-4-2. Cambios que mutaron la fisionomía inicial de
la Juventus y el rumbo del partido.

No obstante, pese al
resultado negativo, el Milan demostró de nuevo su crecimiento desde que Gattuso
se sienta en el banquillo rossonero. Mucho tiempo ha pasado desde aquel empate
contra el Benevento -el del gol del portero Brignoli en el debut del técnico
milanista- y de los malos partidos contra Rijeka, Verona y Atalanta. Ahora, el
Milan es un equipo organizado, con gran mérito del trabajo de su nuevo
entrenador.

Sustituto de Montella,
Gattuso ha rediseñado poco a poco el equipo en torno a nuevos y precisos
conceptos de juego. Tras abandonar las ideas ‘españolas’ de su predecesor
-posesión de balón y presión ultra-ofensiva-, el popular Ringhio ha construido
un equipo más compacto y atento al control del espacio, sin renegar de algunos
de los principios de Montella.

En fase de construcción,
los rossoneri continúan prefiriendo una salida razonada del balón desde atrás,
en el que los pases en largo verticales de Bonucci son solo una opción -no la
única-, junto a los lanzamientos de Donnarumma, la posición retrasada de
Ricardo Rodríguez -junto a Bonucci y Romagnoli-, y el apoyo hacia Biglia, a
veces posicionado entre los centrales.

Una fase de construcción
elaborada ha permitido a Gattuso poder organizar un ataque posicional en campo
contrario sin ser dependiente de Suso, al que con Montella se le demandaba
desbaratar en solitario el sistema defensivo rival. Con el actual técnico del
Sevilla, Suso -víctima también de un posicionamiento poco definido- fue el
jugador más usado en fase de posesión, muy orientada hacia el lado derecho del
campo.

La llegada de Gattuso ha
equilibrado el ataque del Milan. Ahora, los rossoneri son peligrosos tanto en
banda derecha como en la izquierda, con Çalhanoglu y Bonaventura. Las
combinaciones entre ambos y su capacidad para ocupar el half-space izquierdo intercambiando posición han permitido al Milan
tener una fase ofensiva más fluida por la izquierda. Por la derecha, las
internadas de Suso favorecen las internadas y los centros de Calabria -siete
contra la Juve-.

En fase defensiva, los
rossoneri se preocupan de ocupar racionalmente los espacios y ensuciar las
líneas de pase rival. El baricentro está medio o bajo (49,8 metros en Turín) y
buscando la solidez vertical del equipo.

El buen trabajo de
Gattuso para mejorar la fase de no posesión del Milan se ve confirmado por el
hecho los rossoneri son cuartos del campeonato tanto en expected goals en contra (27,9, solo por detrás de Napoli, Juventus
e Inter) y por tiros concedidos por partido (10,4).

Aun quedan problemas en
la defensa rossonera, ligadas en especial a la capacidad de defender los
espacios a los lados de Biglia y en los repliegues de los extremos. Los dos
goles encajados contra la Juve son la prueba: en el gol de Dybala, el argentino
se posicionó en el lado izquierdo de Biglia, con Bonaventura sorprendido a su
espalda; en el de Cuadrado, se debió a un repliegue lento de Çalhanoglu.

Los problemas del Milan
en la defensa de las zonas tras los extremos ya se evidenciaron en los dos
goles encajados contra el Chievo en la jornada anterior, ambas tras cambios de
juegos al lado débil. Contra la Juventus, la elección de Allegri de un 4-4-2, ensanchando
el campo y aprovechando la calidad de sus extremos fue ganadora para abrir la
estructura defensiva rossonera.

Al final, el Milan volvió
a casa con una derrota pese al buen partido. Los rossoneri han demostrado que
aun están algún escalón por debajo de la Juventus en términos de
individualidades, pero han construido una base sobre la que Gattuso podrá
trabajar. El entrenador se ha mostrado más preparado de lo que se esperaba
cuando sustituyó a Montella. En Turín lo confirmó.

Incluso las críticas
post-partidos por colocar a André Silva como titular y meter luego a Kalinic
por delante de Cutrone, se puede explicar con una lectura táctica: un delantero
que hiciese de referencia para el resto del equipo, con el baricentro más bajo,
en vez de Cutrone, más adaptado para jugar en profundidad.