El mundo del deporte sigue sin dar crédito a la noticia de hoy: la retirada de Ashleigh Barty. La australiana venía de ganar el Australian Open con una facilidad inusitada y se antojaba que estaba destinada a crear una dinastía en el tenis femenino. «Es un día difícil y lleno de emociones porque anuncio mi retirada del tenis. Ya no tengo el impulso físico, las ganas emocionales ni todo lo que se necesita para seguir en el más alto nivel. Estoy agotada. Lo he dado todo«, dijo en su Instagram.
Barty ha sido la número uno mundial durante más de dos años. No es la primera vez que amaga con dejar este deporte ya que jugó a criquet durante una temporada por la presión que sufría. «Sé que es posible que la gente no lo entienda. Estoy de acuerdo con eso. Porque sé que Ash Barty, la persona que tiene tantos sueños que quiere perseguir, no implica necesariamente viajar por el mundo, estar lejos de mi familia, de mi casa, que es donde siempre he querido estar».
Se retira tras haber levantado tres Grand Slam, y 24 torneos de WTA (entre individual y dobles). «Ganar el último Wimbledon cambió mi perspectiva ya que, pese a cumplir con mi objetivo máximo, no estaba del todo satisfecha». Sorpresa mayúscula.
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