El segundo billete a la final de Múnich se decide en París. El PSG lo tiene todo de cara, jugando en casa y con un resultado a favor en la ida. El Arsenal deberá sacar su mejor versión para tumbar al único equipo que queda en Europa con opciones a triplete. En la capital francesa existe la sensación de que esta vez no se puede escapar. Después de muchos años cayendo, de manera más o menos esperada, el proyecto parisino ha encontrado en Luis Enrique la figura a la que agarrarse para alcanzar la gloria europea.
El técnico asturiano ha llevado al PSG a su mejor nivel de juego colectivo, potenciado por las individualidades, pero demostrando que por encima de todo está el equipo. Se le marchó Mbappé, el que para muchos era el jugador más diferencial del mundo, pero Lucho ya advirtió. “Mi equipo será mejor la próxima temporada”, dijo después de confirmarse la salida de Kylian; y estaba en lo cierto. Falta que los resultados le den la razón. Teniendo en cuenta que la Ligue 1 carece de prestigio, la Champions es el barómetro para determinar definitivamente que tuvo siempre razón.
Tiene la final a un paso, pero enfrente tendrá a un equipo que se ha ganado el respeto esta temporada. Después de eliminar al Real Madrid, el Arsenal de Mikel Arteta quiere seguir haciendo historia y alcanzar la segunda final de la historia del club. En la ida se quedó lejos de mostrar el nivel óptimo, que sí obtuvo en la anterior eliminatoria. Ante la adversidad, deberá crecer.
Es una noche donde los cracks deben aparecer. Jugadores como Dembélé, Rice, Doué, Merino, Vitinha, deben demostrar que son los mejores del mundo en su posición. A nivel de talento, las bajas del Arsenal decantan la balanza a favor del PSG, está por ver si Arteta podrá contrarrestar tantas figuras desde el plan colectivo. El Inter espera en el Allianz Arena.
