Una corte federal en Washington rechazó el archivo del proceso por fraude contra el exciclista estadounidense Lance Armstrong, al que se le reclaman casi 100 millones de euros de indemnización. El pleito contra el texano, al que se le quitó su victoria en siete Tour de Francia tras confesar en 2013 que se había dopado, fue interpuesto por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y su excompañero de equipo Floyd Landis. «Ha llegado la recta final para el señor Armstrong», dijo satisfecho el abogado de Landis, Paul D. Scott.
Una sentencia condenatoria podría poner a la estrella caída en una situación muy delicada. Hasta ahora, el exdeportista de 45 años, que está suspendido de por vida, ha perdido más de diez millones de euros en procesos por daños y perjuicios. La empresa Tailwind Sports, propietaria del equipo de Armstrong de 2000 a 2004, recibió más de 30 millones de euros de patrocinio del servicio estatal de correo US Postal, de los que 12,7 acabaron en el bolsillo del corredor.
La corte podría ahora pedir una indemnización tres veces superior a la cifra total. El norteamericano venció en seis de sus siete Tours con una camiseta del US Postal. La antigua superestrella está acusada de haber violado las directrices antidoping establecidas en los contratos de los corredores y haber causado un gran daño a la imagen de los demandantes. Armstrong alega que los financistas sabían perfectamente de las prácticas dopantes en el equipo y que el servicio postal estadounidense, financiado con impuestos públicos, se benefició más de lo que pagó.
Los abogados del acusado sostienen que una agencia calculó que el valor publicitario logrado entonces equivale a más de 100 millones de euros. Para los letrados de Armstrong, los supuestos perjuicios financieros derivados no se pueden calcular y «por eso la demanda fracasará», señaló Elliot Peters, que últimamente anima a su cliente a mostrarse cada vez más en público. El exciclista creó un podcast en el que, entre otros, entrevistó a personalidades como el promotor boxístico Bob Arum o la extenista Chris Evert.
Armstrong nunca dio positivo en un control durante su carrera, pero la agencia antidoping estadounidense (USADA) lo sancionó en 2012 en base a la confesión de numerosos excompañeros y extrabajadores de sus equipos, así como a otras pruebas. Landis, que en 2006 perdió también su victoria en el Tour por doping, presentó en 2010 su demanda, a la que el Estado, en defensa de los intereses de los contribuyentes, se adhirió tras la confesión de Armstrong en el programa de televisión de Oprah Winfrey. Confidente clave en el caso contra Armstrong, Landis podría recibir un cuarto de la indemnización en el caso de una condena al texano, que dominó la carrera francesa, la más importante del mundo, entre 1999 y 2005.