Fallar
es normal. Y más, si tienes 22 años y es tu primera temporada en primera
división. Mario Hermoso sintió tras su partido frente al Leganés lo que
significa estar en el ojo del huracán. El madrileño, a pesar de hacer el gol
del honor para los pericos, se metió dos goles en propia. La siguiente semana,
en el choque que todos quieren jugar, el derbi, iba a estar en el banquillo.
Habrá
quien critique la decisión. Que diga que no es normal que por un mal encuentro
tenga que volver a ganarse un hueco tras disputar 18 duelos ligueros
consecutivos. Sin embargo, cuando Quique Sánchez Flores introduce a un joven
que debuta este curso en La Liga sabe que hay muchas opciones de que se vaya
equivocar. Y aunque suene raro, es lo mejor que puede pasar.
Estar
en el banquillo, por ello, también forma parte del aprendizaje. No sentirse
imprescindible, saber que en cualquier momento alguien puede quitarle el
puesto. La pareja de centrales frente al Barça –Naldo y David López- cuajaron
un gran duelo y seguramente estarán frente al Celta este domingo. Aun así,
López, por ejemplo, ha demostrado que si juega en el centro del campo le da
otra dimensión al cuadro blanquiazul.
Además,
el nuevo esquema (4-3-2-1) provoca que el Espanyol acumule muchos jugadores por
dentro, por lo que es especialmente complicado encontrar líneas de pase por
dentro. Ésta, es una disposición que llama más al repliegue y al contraataque
veloz y menos al control del cuero. A pesar de ello, Hermoso completa 28 pases
por partido y ya ha mostrado que cuando tiene que jugar en largo, tiene
capacidad para hacerlo muy bien.
Estos días los medios que acuden a la ciudad deportiva para seguir los
entrenamientos de los pericos, se han percatado de lo cercano que se ha
mostrado Quique con él. Sabe la importancia de hablar con él en este momento de
dudas. Al final, Hermoso ha levantado interés en varios equipos de Premier y de
la Liga, por lo que la calidad está ahí. Uno cae pero acaba levantándose más
fuerte. Cometer un fallo ahora, significa que mañana es más probable que no lo
hagas.
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