«Año nuevo, vida nueva» Este dicho se podría aplicar a la perfección a los Hispanos de Jordi Ribera.
El preparador catalán ha decidido realizar una gran renovación en la selección española, después de no clasificarse para los JJOO de Río. Nuestros chicos llegan a Francia en un estado de forma inmejorable, tras ganar a todos los rivales (Argentina, Catar y Polonia) en el Torneo Internacional de Irún. Las nuevas caras de la selección como David Balaguer, Alex Costoya, Adrià Figueras o Iosu Goñi estarán bien acompañadas por los veteranos Joan Cañellas, Raúl Entrerríos, Viran Morros y compañía. El que fuera técnico de Brasil ha sabido aunar a la perfección los revelos generacionales, que eran necesarios, junto con la experiencia de jugadores sobradamente contrastados, eso que la prensa llamamos «transición dulce».
El líder de la selección | Getty
El azar ha querido que España haya quedado encuadrada en el grupo B junto con las selecciones de Eslovenia, Macedonia, Islandia, Túnez y Angola. Las tres primeras selecciones serán, a priori, los rivales más complicados.
La selección eslovena entrenada por Veselin Vujovic , nuestra bestia negra en el Europeo y en el Preolímpico de Suecia, basará su juego en una defensa muy fuerte y cerrada, aunque el entrenador montenegrino no podrá contar con su mejor jugador, Dean Bombac, debido a una fractura en las costillas.
En el caso de la otra selección balcánica, su mayor amenaza reside en el cañonero Kiril Lazarov aunque también tiene otros grandes jugadores de un nivel espectacular como Filip Taleski o Dejan Manaskov. Por el lado de la selección nórdica, Gudjon Valur Sigurdsson el incombustible extremo del Rhein-Neckar Löwen, sigue siendo un jugador a tener en cuenta. Pero el que seguro será un dolor de cabeza para la defensa española será el lateral Olafur Gudmundsson. Los vikingos están expectantes de la evolución del jugador del Veszprém Aron Palmarsson, quien será duda hasta el último minuto por motivo de una lesión en la cadera.
El canoñero de los Balcanes, Kiro Lazarov | Getty
Por su parte las selecciones africanas, saltarán al 40×20 con el papel de cenicientas del grupo. Túnez cuenta en sus filas con el jugador del FC Barcelona Wael Jallouz, que lleva toda la temporada a un nivel increíble, pero el mayor hándicap de los norafricanos es la gran cantidad de jugadores de que aun no han dado el salto al balonmano europeo. Para Angola, supuestamente, el rival más débil del grupo será su primera cita mundialista tras el Mundial de Alemania de 2007. Los angoleños saldrán a la pista sin nada que perder y con la esperanza de dar la campanada ante alguna de las selecciones más potentes el mundo.
Pero que nadie se confíe porque esto es un Mundial, aquí todos los rivales son complicados, nadie viene a hacer turismo y todas las selecciones darán el 200% en la pista. Simplemente sentémonos delante del televisor o del ordenador y disfrutemos de los mejores del mundo.