Este jueves arranca el Europeo de balonmano en Eslovaquia y Hungría y los Hispanos llegan como los vigentes bicampeones. España buscará ganar su tercer Europeo consecutivo, una gesta que solo ha conseguido Suecia. En los días previos al comienzo del campeonato hablamos en un directo en Twitch con Ángel Fernández, uno de los pesos pesados del vestuario.
¿Qué tal ha ido el TIE de Cuenca?
¡Bien! Antes hicimos una previa en Madrid para hacer carga de trabajo y coordinarnos. Esta última semana hemos estado en Cuenca y ha ido bien. Estamos contentos y con ganas de empezar.
Hemos llegado a un punto en el que ya es una gran noticia que no tengáis positivos. Muchas selecciones han sufrido casos e incluso algunos jugadores se quedan sin disputar el Europeo por el coronavirus.
Las noticias que nos llegan a diario son caóticas. Hay varias selecciones con muchos casos, hay jugadores que no sabemos si podrán jugar… Hemos tenido suerte, aunque hay que decir también que estamos siendo muy responsables. Como mucho salimos del hotel para dar un paseo por las inmediaciones. Cruzamos los dedos para que sigamos siendo todos negativos porque será muy importante. El Covid también juega estos campeonatos.
¿Un poco justa la preparación? Han sido solo dos partidos.
Es poco, pero es mucho si lo comparas con otras selecciones que no han podido jugar ni un solo amistoso. Estamos contentos. Cuando nos llegan los resultados negativos de las pruebas PCR casi se celebra como una victoria. Ojalá siga siendo así.
¿Cómo afrontáis este Europeo? Venís de dos oros seguidos pero hay un nivel altísimo.
Y hay que tener en cuenta que hay un cambio generacional en la selección. Han salido algunos de los jugadores más importantes de la historia de España, como Raúl Entrerríos, Viran Morros, Julen Aguinagalde… Pero me gusta mucho el grupo que hay. Pensaba que iría todo más trabado y que no habría tanta coordinación. Venimos de dos títulos consecutivos y solo Suecia ha ganado tres. Pero va a ser muy complicado. ¿Somos favoritos? No. Pero hablo con compañeros de otras selecciones y no quieren jugar contra nosotros. Ojalá podamos llegar a semifinales, y a partir de ahí ya veríamos. Hay mucha gente nueva y llegar a semifinales sería un éxito. Como dice el ‘Cholo’, debemos ir partido a partido. Diez minutos malos pueden condenarte. Ahora mismo, la realidad es que Francia y Dinamarca están por encima del resto, pero si tienen un mal día estaremos ahí.
Estáis protagonizando un ciclo histórico. ¿Cómo habéis gestionado la exigencia que siempre ha habido en torno al grupo?
En los Juegos había una presión brutal. Solo se pensaba en la medalla, y es precisamente por el ciclo ganador del que venimos. Vas a unos Juegos y disfrutas hagas el resultado que hagas, pero veíamos que podíamos llevarnos una medalla. No terminas de vivirlo al 100%. Mi sueño era estar en unos Juegos, pero ya que estábamos, queríamos ir a lo grande. Los partidos fueron duros y hubo mucha tensión. En la concentración nos preguntábamos: “¿Qué prefieres terminar cuarto o caer en cuartos?” Los que habíamos disputado unos Juegos no dudábamos que era mejor terminar cuartos, pero es cierto que es duro. Luchas hasta al final y te vas de los Juegos sin nada tangible. Un poco más y medalla. Debo decir que a esta selección se le ha metido mucha caña a destiempo. En el último Mundial empezamos empatando y mucha gente ya nos llamó viejos. Ganamos el bronce mundial y luego el olímpico. Hace 5 años, cuando España no se clasificó para los Juegos de Río, se hablaba de limpia. Hay que dar tiempo a la gente y confiar. El fracaso es muy relativo. Estoy seguro de que, pase lo que pase en este Europeo, no será un fracaso. Este equipo ahora necesita crecer y cimentarse.
¿Cuál es la clave en un campeonato como este?
Disfrutar. Hay que disfrutar del ambiente y ser consciente de lo que vale disputar un Europeo. Si disfrutamos de cada partido, las cosas irán bien. No tenemos que meternos pájaros en la cabeza y tenemos que ver a la República Checa como si fuese Francia. Hay que ir a por todos los partidos. Y nos gusta la presión, pero la presión de los ambientes caldeados, la de ser conscientes de que te juegas un partido a vida o muerte.
Imagen de cabecera: Ángel Fernández