Ángel Correa (Rosario, 1995) se convirtió en una de las grandes promesas del fútbol argentino, un título, el de ‘promesa’ que vale de poco en Europa, donde el físico, la velocidad de juego y la táctica hace que cambie tanto a un lado y a otro del charco.
En 2015 se cerró por unos 8M€ el fichaje del menudo jugador argentino al que ya se comparaba con Sergio Agüero, otro argentino que llegó muy joven para convertirse con la rojiblanca en uno de los mejores delanteros del mundo. Tras su operación y posterior recuperación, el argentino comenzó a sumar minutos a partir de septiembre del 2015 cuando fue utilizado como revulsivo en las segundas partes para agitar encuentros incómodos por parte de Diego Pablo Simeone.
La evolución que apuntó en su primera temporada pareció estancarse en su segundo año, la competencia y la dificultad del argentino por desequilibrar los partidos desde la banda derecha, hicieron que este verano se especulara con su marcha como cedido a la Real Sociedad. El excedente de delanteros con Griezmann, Gameiro, Torres y Vietto hacían presagiar una difícil temporada para Correa, pero está pasando todo lo contrario. Con un Torres lejos de su mejor forma, un Vietto muy fallón de cara a gol y un Gameiro que se recuperaba lentamente de su operación de verano, Correa apareció como la mejor manera de llevar el gol al marcador del Atlético en un equipo que atravesaba por una grave afección por el gol.
Correa, ya ha igualado su registro goleador de la temporada pasada, está demostrando con minutos que puede incidir en el juego del equipo, que sirve para más que romper partidos, y esa es, precisamente su asignatura pendiente para romper en crack. Con la baja de Antoine Griezmann para Sevilla, y presumiblemente para algún encuentro más, se libera la posición preferida de Correa, la de segundo punta con una referencia más adelantada, centrado en el campo con la libertad suficiente para aparecer entre líneas y crear su jugada favorita, la conducción con balón.
En los dos últimos encuentros ligueros, Simeone ya le ha dado esa libertad, dejando a Griezmann en fase defensiva por banda derecha y liberando a Gameiro y Correa, que cuajaron un gran encuentro ante el Levante y ante la Real Sociedad, aunque ambos estuvieron muy fallones ante la meta de Rulli, el acierto que encontraron en Valencia no se dio en el Metropolitano, pero se volvieron a crear ocasiones, cosa que hace un mes parecía una utopía. Ante el Chelsea ambos descansaron del once titular, por lo que presumiblemente ambos serán la pareja ofensiva ante el Betis mientras el tiempo de Diego Costa por venir está cerca de comenzar.
You must be logged in to post a comment Login