“Estoy en mi mejor año”. Ander Mirambell, barcelonés de nacimiento y pionero español en el skeleton, tiene las ideas claras y lo demuestra con sus palabras. Esta temporada marcha 14º en la clasificación de la Copa del Mundo -a falta de una prueba-, no ha bajado del Top-20, está consiguiendo los mejores resultados de su carrera, que comenzó en 2005, y ganó la Copa América a finales de 2016. Todo ello, tras superar una importante lesión en los ligamentos de la rodilla.
12 años después de su debut, recién cumplidos los 34, no puede vivir del skeleton -trabaja en el proyecto LaLiga4Sports de la LFP- pero se muestra pletórico y con confianza frente a sus próximos retos, entre los que se encuentran sus terceros Juegos Olímpicos. Consciente, eso sí, de sus enormes limitaciones frente a la mayoría de sus competidores. Desde Alemania, donde está preparando el Mundial que se disputa el viernes 24 y domingo 26 de febrero, responde a la llamada de Sphera Sports.
Pensando en el Mundial de Königssee
El objetivo siempre es mejorar lo del año pasado. Ahora mismo es luchar por el Top-20. Aun no conozco la pista y las condiciones meteorológicas durante la competición pueden ser muy cambiantes, así que veremos durante la semana.
Mejoras para alcanzar su mejor nivel
Para empezar, conseguí arreglar la rodilla. La lesión me obligó a empezar tarde la pretemporada, pero en cierta manera me ayudó porque pude trabajar mucho a nivel mental. También cogí mucha confianza de cara a la temporada con la victoria en la Copa América. Pero sobre todo, el entrenamiento a nivel mental, con mi entrenador, ha sido clave. También se nota que tengo un año más de experiencia.
Los inicios
El primer impulso para lanzarse a 140 km/h con un trineo es que hay que tener alguna locura en la mente. Luego, tenía el sueño de ir a los Juegos Olímpicos y con otros deportes no tenía la opción. Conocí a un entrenador de bobsleigh que preparaba en Italia y me lancé a probar. Sin embargo, en 2005 a nivel económico era prácticamente imposible practicar bobsleigh, investigué y me pasé al skeleton, que era más económico. Nos fuimos con nuestros propios recursos a entrenar a Innsbruck.
Referencias
Al principio no tenía ídolos como tal en el skeleton. Sí seguía los resultados, me gusta mucho hacer scouting, seguir y analizar las competiciones: tiempos de salida, empujes, bajadas… Entonces la mayor referencia quizá fuera Gregor Stäli, suizo. No obstante, yo cuando empecé me relacionaba sobre todo con pequeñas naciones, con los competidores de Islas Bermudas, Irlanda… gente en situación parecida a la mía. Compartíamos entrenador y éramos como un equipo de diferentes naciones. Al final, terminas viendo a los mejores como ídolos, pero para mí la verdadera referencia es la gente que sobrevive en este deporte y sigue luchando por sus sueños.
Mirambell compitiendo en el Mundial 2016 en Innsbruck | Adam Pretty/Bongarts/Getty Images
Medios antes y ahora
Cuando empecé, invertí todo el dinero que iba a usar para comprarme un coche en el skeleton: un casco de 400 euros, unas zapatillas a las que añadí un rallador de queso, alquilé un trineo al que se le caían las tuercas… La Federación catalana me dio un mono de esquí de fondo. Por aquel entonces ni siquiera existía la Federación de Deportes de Hielo, que se creó a partir de esto (en 2007).
Ahora, me hubiera gustado que las cosas hubiesen cambiado más. Mis resultados siguen estando por encima de mis recursos, que son para estar más atrás del Top-25. Seguimos compartiendo entrenador, Martin Rettl, con tres países más y evidentemente todos sabemos qué material lleva el otro al hacerlo. No se ha evolucionado lo suficiente.
Comparaciones con otros países
Gran Bretaña trabaja con McLaren y tienen trineos de un millón de euros. Nuestro trineo es de 9.000 euros. No obstante, no es una cuestión solo de material, sino también de pilotaje, hay que saber usarlos. Igual yo no sabría aprovechar al máximo esos trineos. O el ejemplo de Estados Unidos, que tiene trineos de 40.000 euros y está por delante. También es una cuestión de evolucionar cada año. Yo, este año, tendré el mismo trineo que el año pasado y que el año que viene. Un ejemplo a seguir es el equipo coreano, que además de un entrenador contratan un mecánico. Ellos pueden estar a la última tecnología y nosotros no.
En otros países sí se puede vivir del skeleton. En Gran Bretaña, Alemania o Letonia son profesionales. Otros tienen convenios para ser policías o militares y competir. Aquí no, es imposible porque no hay recursos para toda la temporada.
Por otro lado, yo voy a las competiciones solo y nos juntamos con otros participantes en el hotel o en la misma pista. Es duro, me he hecho hasta 10 horas de viaje conduciendo para competir. Otros pueden aprovechar el viaje para descansar y estos detalles se notan luego en la competición.
Ander Mirambell durante los Juegos Olímpicos de Sochi 2014 | ALEXANDER KLEIN/AFP/Getty Images
Los Juegos Olímpicos de Pyeongchang 2018
El objetivo es mantenerse y mejorar. Para llegar bien es necesario un salto de calidad. En verano trabajaremos la salida para conseguir una técnica más eficiente. Ahora empujo rápido, pero no aprovecho la fuerza hacia delante en la salida. La salida es un 30% del total y mejorar dos o tres décimas sería importantísimo. En pilotaje ya estamos a un nivel muy alto, así que el gran objetivo es la salida. El problema es… ¿con qué herramientas? Los recursos son insuficientes.
Respecto al ambiente en los Juegos Olímpicos, es muy bueno. En Sochi no nos conocimos tanto como deberíamos porque había tres villas olímpicas y algunos competían al principio y otros al final. Pero somos una familia olímpica y formar parte de ella siempre es una de las mejores cosas. De cara a 2018, todo el mundo tiene ganas, hay mucha confianza en Javier Fernández y en los riders como Lucas Eguibar. Tenemos la sensación de que van a ser unos Juegos muy especiales.
Potenciar el skeleton y los deportes de invierno
La manera más directa de potenciar el skeleton es construyendo una pista de empuje, que no es cara. También hay muchas fórmulas para difundir el skeleton y el bobsleigh entre otros deportistas, como jugadores de rugby. También se puede seguir el modelo británico, que no cuenta con pista en su país pero sí obtiene resultados. Al final, es una cuestión de inversión.
Sobre los deportes de invierno, en España para la sociedad existe esa correlación del deporte con el ocio y los deportes de invierno se potencian poco a nivel de ocio. Estaría bien que los colegios organizasen jornadas escolares en la nieve para que los niños probaran todos los deportes, no solo el esquí. Deberían tener más presencia. No se hace por cultura o por dejadez. El curling se puede practicar en un pasillo o el mismo skeleton en la nieve.
Apoyo
En medios de comunicación, poco más puedo pedir. Este año además se retransmiten mis carreras en Teledeporte y está compitiendo en audiencias hasta con el fútbol sala, es algo que realmente no me esperaba.
Por otro lado, el apoyo público debería comenzar en los colegios, en la educación, convertirlo en algo cultural. Que suban a hacer deporte con la nieve. A nivel de inversión, los fondos son suficientes para sobrevivir, pero no para continuar creciendo. La Federación de Hielo debería hacer un esfuerzo extra. No obstante, la inversión no solo debe ser pública, sino que debe haber una mayor presencia de sponsors. Creo mucho en las posibilidades del mecenazgo. Está bien que haya una inversión pública, pero se debería invitar a más empresas privadas a participar e incentivar su apoyo económico para potenciar estos deportes.
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