Análisis del mercado invernal en la Bundesliga

Enero es, en fútbol, el mes en el que se renuevan las oportunidades. El tiempo para tapar los agujeros surgidos durante la primera parte de la competición o reforzarlos para lo que viene. Aunque, por otra parte, algunos ven ese mes como oportunidad de futuro, firmando a jugadores jóvenes o aquellos que están cerca de terminar su contrato, para adelantarse a otros. Un mes en el que hay mucho movimiento y del que no se salva nadie. Sin embargo, no todos ejercen esa posibilidad y, en este mercado, clubes como el Mainz 05 o el Leverkusen no han hecho ningún movimiento en su plantilla, al menos, en lo que afecta al primer equipo, puesto que los jugadores que salieron del BayArena prácticamente no han tenido presencia en la plantilla profesional.

El líder, fiel a su filosofía de los últimos años, incorporó al central argentino Leonardo Balerdi, procedente de Boca Juniors. Además, el conjunto entrenado por Lucien Favre cerró las cesiones de Alexander Isak y Sebastian Rode, sin sitio en el primer equipo y Shinji Kagawa, que jugará en el fútbol turco hasta final de temporada. Por otra parte, se confirmó el traspaso de Christian Pulisic al Chelsea, pero el internacional estadounidense seguirá en el fútbol alemán hasta el mes de junio. El Bayern, que no está pasando por un buen momento, no realizó ninguna estridencia en lo que a fichajes se refiere. Quitando la incorporación de Benjamin Pavard, conocida por todos y que no se hará efectiva hasta junio, la salida de Sandro Wagner con destino al fútbol chino es el movimiento más reseñable. En el capítulo de llegadas, el equipo bávaro se ha hecho con dos jugadores procedentes de la MLS, Chris Richards y Alphonso Davies, que ya ha llegado a debutar en partido oficial.

Uno de los clubes que más ha sorprendido en este mes ha sido el Eintracht Frankfurt. El vigente campeón de la DFB Pokal se deshizo de jugadores como Nicolai Müller y Carlos Salcedo, e incorporó a tres defensas en el último día de mercado. Uno de ellos, el ex del FC Augsburg, Martin Hinteregger, cambió de club por unas declaraciones negativas que hizo sobre su entrenador. El austriaco era titular indiscutible, pero su enfrentamiento provocó la salida del jugador, en calidad de cedido. Los otros en llegar fueron Almamy Touré, procedente de un AS Mónaco en problemas; y el brasileño Tuta, un desconocido que llega al club con vistas a un largo plazo. El sustituto de Hinteregger en Augsburgo fue Reece Oxford, que ya había jugado en la liga, en el Borussia Mönchengladbach, también cedido desde el West Ham United. En Leipzig se reforzaron con dos futbolistas de la factoría Red Bull, Tyler Adams (New York) y Amadou Haidara (FC Salzburg). Adams, incluso, ha conseguido meterse en el equipo titular desde que llegó.

Otro de los grandes que no está pasando una buena temporada es el Schalke 04 que, después de ser subcampeón en la última liga, en esta ha caído de nuevo en los malos hábitos y anda situado en la zona baja de la tabla. Los mineros perdieron a Naldo, vohombre importante en la defensa, y salieron también Franco Di Santo, Johannes Geis y Abdul Rahman Baba, que prácticamente no contaban para Domenico Tedesco. Ellos se fueron y llegaron dos: Jeffrey Bruma y Rabbie Matondo. Un jugador con algo de experiencia en la liga y una apuesta de futuro, procedente de la cantera del Manchester City.

Ivo Ilicevic, un veterano con larga experiencia en el fútbol germano (es alemán de nacimiento), regresaba a la liga, a las filas del FC Nürnberg, tras pasar por Rusia y Kazajistán en los últimos dos años y medio. Otro regreso fue el de Jonathas. El delantero brasileño estaba en el Corinthians y ha finalizado su cesión, para reforzar al Hannover 96 en su lucha por salir de la zona baja. El Stuttgart, uno de los clubes de la parte baja, ha reforzado sus filas con Kabak, Esswein y Zuber, jugadores que se han convertido en titulares en la primera jornada tras el cierre del mercado.

¿Serán suficientes los refuerzos para los clubes de la zona baja? Más de un aficionado anda rasgándose las vestiduras pensando que su club no ha hecho los deberes y que acabarán pasándolo mal. Otros, en cambio, tendrán la esperanza de que, los nuevos, lleguen para solucionar los problemas o, al menos, para rendir mejor que los que ya estaban. Sobre el papel se puede pensar una cosa, negativa o positiva. Lo que está claro es que eso lo determinarán los minutos. A partir de ahora comienza la cuesta abajo y la Bundesliga entra en las últimas jornadas de competición. A algunos clubes se les seguirá juntando con la Copa e, incluso, con la competición europea, lo que hace de tener una plantilla más o menos extensa y equilibrada, una opción de cara a llegar con opciones al final. Pocas estridencias y las cosas hechas con algo de cabeza, intentando solucionar aquello que no han sabido mejorar en el primer semestre de competición. Oportunidad para jugadores jóvenes y otros que vienen de otras ligas, aterrizando por primera vez en una de las grandes competiciones del concierto europeo.