Álvaro López San Martín (Barcelona, 1997) quiere continuidad. Quiere jugar sin pensar en lesionarse. Quiere poder competir un año seguido. Algo que debería no ser ni un objetivo prioritario cuando te dedicas al deporte profesionalmente, más bien algo normal, dado por hecho. Pero con el historial del tenista catalán, un año de continuidad es el objetivo.
La pasada semana, el tenista de Barcelona volvía a disputar una final individual un año después. Lo hacía en el torneo ITF de categoría 15k en Madrid. Cedió el partido por el título ante el francés Chauvinc. Un partido con alternativas, grandes puntos, que pudo perfectamente irse a la tercera manga, pero acabó en el desempate de la segunda manga (6-4 7-6).
“Estoy muy contento por llegar a la final y competir tras varios meses fuera”, explicaba López San Martín tras la final. No llegó el título, pero la final era ya un premio.
Si el año 2020 ha sido difícil para todos los tenistas, para Álvaro lo ha sido si cabe más aún: “Tengo un historial de lesiones en el codo muy largo. Al acabar la cuarentena (cinco meses los circuitos parados) me volvió a doler el codo. Fui a operarme a Suiza y estuve dos meses más fuera”. Año complicado multiplicado por dos.
En los últimos cuatro años ha pasado cinco veces por el quirófano: dos veces las caderas (ambas) y tres el codo. Ya no es la evidente incomodidad de pasar por el quirófano y el parón que ello supone para la recuperación y la vuelta a la intensidad que requiere el alto rendimiento. Es la sensación de pasar una y otra vez por el mismo proceso y sus consecuencias tanto físicas como mentales.
Así lo define Álvaro: “Es duro. El hecho de que cuando vuelves te sientes competitivo. Estás ahí y ves que si tienes la continuidad necesaria puedes lograrlo. Ves que tienes el nivel. Eso te hace querer, querer y querer. Si hay que pasar (por todo el proceso de operación y recuperación), se pasa. Es mi sueño. La pasión puede con todo”. No se puede decir más claro. La pasión.
Semifinales en el 15k de Manacor (Mallorca) en enero, cuartos de final en el 15k Palmanova (Mallorca) en febrero, semifinales en el 15k Murcia en marzo y la final del 15k de Madrid de la semana pasada. Cuatro buenos resultados en un año con cinco meses de parón y otros dos más sin jugar por lesión.
“Estuve dos meses sin saber dónde entrenar, viajando solo y sin calendario definido. Empecé con Oscar Hernández y Salva Navarro (sus actuales técnicos). Competí dos semanas y empezó la cuarentena. Ahora llevo cuatro semanas compitiendo”. Una temporada extraña y difícil por los cuatro costados.
Con la resaca de su primera final en un año, Álvaro mira al futuro. Quizás una última parada en Turquía, pero ya pensando en 2021. Sólo pide una cosa, continuidad: “Mi objetivo es salir de los ITF y jugar Challenger y entrar en ese circuito de pleno. Lo más importante es poder competir un año seguido. Es algo que llevo sin hacer cinco años. Competir un año seguido y coger confianza. Es muy complicado después de tantos meses parado. El hecho de jugar muchos partidos es lo que te da ritmo y confianza necesarios”.
Imagen de cabecera: ADRIAN DENNIS/AFP via Getty Images
Madrid. Periodista y CCMM. Redactor en @elcontragolpe_ Gestiono @ATPsphera Antes en @franquicianet portal de @t4franquicias Punto de Encuentro y EL MUNDO