Es un tema de conversación recurrente cada cierto tiempo. ¿Dónde está Freddy Adu? La carrera del niño que con 13 años fue calificado de manera infame como el ‘nuevo Pelé’ y fue esponsorizado por Nike a razón de un millón de euros por año, aun no ha dejado de dar tumbos. Ahora tiene 26 años (nació en 1989 pese a que su nombre lleva más de una década rondando por el fútbol mundial) y juega en el Tampa Bay Rowdies en la NASL la segunda liga por relevancia en Estados Unidos y recientemente ganada por el Cosmos de Raúl y Senna.
Pues bien. La excusa para hablar de Freddy Adu esta vez es un curioso tweet que publicó en su cuenta. Adu aparece limpiando y promocionando las virtudes de una aspiradora sin cables. Un anuncio entre los muchos que se pueden ver cada vez que se abre Twitter, pero que resulta chocante vérlo protagonizado por un futbolista profesional.
Eso sí, en cierta manera el pasar de semejante contrato con Nike y de esa enorme exposición mediática a realizar anuncios cutres de aspiradoras en Twitter es posiblemente la mejor metáfora de lo que ha sido la carrera deportiva más fallida, por expectativas creadas, de los últimos tiempos.
Freddy Adu debutó con 14 años en la MLS en el DC United en Washington, cerca de donde vivían sus padres, que habían llegado desde Ghana junto a Freddy seis años antes. Aguantó dos temporadas allí (11 goles en 87 partidos), luego pasó al Real Salt Lake -había firmado un contrato de seis años por medio millón de euros por temporada con la MLS- y con 18 años dio el salto a Europa. El Benfica pagó 2 millones de euros por su pase. Era el año 2007 y acababa de destacar en su segundo Mundial Sub20 disputado. Y ya había sido portado del videojuego del FIFA.
A partir de ahí comenzó la espiral negativa de la que nunca ha podido salir. Anotó 5 goles en 18 partidos en Portugal y luego comenzó una serie de cesiones a cada cual más desastrosa y de menor nivel: Mónaco (9 partidos), Os Belenenses (3 partidos), Aris Salónica (9 partidos y 1 gol) y Çaikur Rizespor (4 goles en 11 partidos). Luego volvió a Estados Unidos, al Philadelphia Union.
De 2012 a 2015, el hundimiento definitivo. Jugó 59 minutos en el Bahia brasileño. Realizó pruebas fallidas con el Stabaek noruego, que estaba entrenada por el exseleccionador de Estados Unidos Bob Bradley, y con el Blackpool inglés. Luego jugó 14 minutos en un partido de la Copa de Serbia con el Jagodina. Y otros cinco partidos en tres meses, de marzo a junio de 2015, en el Kuopion Palloseura de Finlandia.
Su carrera, digna de las partidas más aleatorias del Football Manager, le ha llevado de vuelta este verano a los Estados Unidos. En la NASL ha realizado algún partido decente en el que ya es su 13º equipo en su carrera, el Tampa Bay Rowdies.
Sin duda, Freddy Adu nunca será el futbolista que se esperaba que fuera. Esa burbuja explotó hace tiempo. Pero al menos, solo por los numerosos equipos y países que ha recorrido y la idiosincrasia especial de su trayectoria, la carrera de Adu será recordada. Y por este anuncio de aspiradores, también.