El año 2015 no lo olvidará nunca Adalberto Peñaranda, actual jugador del Watford, prestado en el Málaga de Michel. El jugador venezolano militaba en el Deportivo La Guaira, donde era juvenil y venía creciendo con un potencial abrumador. Tanto así, que empezó a llamar la atención en varios equipos pequeños en España, y otros en Latinoamérica. Marcando grandes goles y realizando jugadas de otro planeta, se podía esperar que este jugador fuera catalogado como “distinto”.
Durante el torneo del fútbol venezolano, en medio de su consagración como un fijo en las canchas y con los ojeadores de los equipos que lo deseaban, sucedió un hecho que estuvo cerca de destruirle la carrera. No solo su carrera profesional, sino su vida. El 18 de abril de aquel año, Peñaranda salió de fiesta junto a varios de sus compañeros del Deportivo La Guaira. Una reunión en una de las zonas más adineradas de la ciudad de Caracas. La situación de aquel momento en el país no es muy distinta a la de ahora: mucha inseguridad, hambre y corrupción, entre muchas otras cosas. Una acalorada discusión entre uno de los compañeros de Peñaranda y otro de los invitados, llevó al innecesario uso de una arma de fuego.
El delantero venezolano lo recuerda con bastante claridad: «Al escuchar los disparos, la adrenalina me hizo correr hasta el final de la cuadra donde nos esperaba el coche de un compañero». Una vez montado en el coche, tanto Peñaranda como otro de su compañero habían sido impactados. La bala entró y salió por su pierna derecha e inmediatamente fueron llevados al Hospital Universitario donde fueron atendidos.
El impacto de bala que sufrió Peñaranda no tuvo futuras consecuencias, ya que entró y salió sin tocar ningún nervio y se fue del hospital con unos puntos y la sensación de que pudo ser mucho peor. El otro jugador del Deportivo La Guaira que fue herido, si tuvo que ser operado, pero no tuvo mayores percances y pudo volver a jugar meses después.
Para Peñaranda, la recuperación fue de cuatro meses y ya los ojeadores de Europa se habían dado por vencido con el venezolano. Así que tras su recuperación, el jugador se fue a probar suerte en el juvenil del Granada en Tercera División. Lugar donde fue derribando todas las puertas que se le presentaron. Llegó al primer equipo y fue fundamental en la salvación del Granada. Ahora mismo tiene el récord de ser el jugador más joven en anotar un doblete en la Liga española, superando el que tenía nada más y nada menos que Lionel Messi.
El jugador venezolano pasó de tener una experiencia de vida o muerte a ser uno de los jugadores con mayor proyección a nivel mundial en los próximos años. Ahora el internacional venezolano se encuentra entrenando para disputar el Mundial Sub20 que tendrá lugar en Corea del Sur.