Un foco que se enciende es un ojo que se abre. Dos focos, dos ojos. Miles de focos comienzan a bañar de luz los 5,4 kilómetros del circuito de Losail; al tiempo que millones de personas se desperezan frente al televisor, poniendo fin al largo letargo invernal. Los motores echan a rugir al unísono de miles de gargantas. Ya no hay duda: la temporada de MotoGP 2016 ha echado a andar.
Se acabaron las pruebas y, con ellas, las especulaciones. El semáforo ennegrece y el asfalto se funde a color en una nube de destellos que la primera frenada se encarga de enfilar, estableciendo un primer orden que, si bien no acercará a nadie al ansiado título, si se encargará de alejar a aquel que se pase de intrépido.
A partir de ahí, variaciones en el orden establecido en forma de adelantamientos, frenadas al límite, juegos de rebufos, rodillas que acarician pianos y pupilas que enfocan el horizonte de la próxima curva. Una guerra sin cuartel ni aliados donde el objetivo no es otro que conquistar la bandera ajedrezada para embolsarse los primeros 25 puntos del año.
Tanto focos como miradas estarán pendiente de los protagonistas de MotoGP, pero para entonces ya estarán acostumbrados a la claridad ambiental gracias a Moto2 y Moto3. Como cada año, los benjamines serán los encargados de poner en acción al respetable con esa oda al adelantamiento que son siempre sus carreras, y que a buen seguro se dirimirá, rebufos mediante, sobre la misma línea de meta.
Moto3: The Italian Job
Atrás quedaron aquellos tiempos donde resultaba casi imposible no encontrar a un piloto transalpino entre los campeones de cada temporada (entre 1994 y 2005 siempre sumaron un título como mínimo); y acumulan una sequía de siete años que empieza a hacerse muy pesada en las malacostumbradas gargantas de los ‘tifosi’.
Desde que en 2009 Valentino Rossi ganase su último Mundial, se han repartido 18 campeonatos, con abrumador dominio español (13). Alemania ha logrado dos, por uno de Australia, Francia y Gran Bretaña -estas dos en 2015-. Mientras, Italia sólo ha podido observar impotente los éxitos de sus países vecinos. Más allá del nuevo intento de Rossi en la categoría reina, las esperanzas italianas para este 2016 residen en un trío de jóvenes talentos contemplados por todas las quinielas como claros candidatos al título de Moto3.
Enea Bastianini, el último en llegar pero el más fiable desde su irrupción; Niccolò Antonelli, endiabladamente rápido desde hace años pero sólo consistente desde la última mitad de 2015; y Romano Fenati, tan capaz de dominar a todos sus rivales como de desvanecerse sin motivo aparente. Junto a ellos, habrá que prestar atención a otras promesas emergentes como Andrea Locatelli, Andrea Migno y ‘Pecco’ Bagnaia; así como a los recién llegados Nicolò Bulega y Fabio Di Giannantonio.
Evidentemente, no estarán solos. Con la experiencia acumulada de su primera temporada completa, y la evolución demostrada al final de la misma; Jorge Navarro se ha convertido en el buque insignia español de la categoría, y es por méritos propios uno de los claros candidatos al triunfo final. Sin olvidar a Jorge Martín, que bregará con su Mahindra para acercarse al podio; mientras Juanfran Guevara y María Herrera tratarán de seguir progresando; acompañados por dos debutantes llamados a hacer grandes cosas: Arón Canet y Joan Mir.
Otros candidatos al título serán el francés Fabio Quartararo y el sudafricano Brad Binder; aunque tampoco será extraño ver ondear en el podio la bandera germana en honor a Philipp Oettl, la belga de la mano de Livio Loi, la checa gracias a Jakub Kornfeil, o incluso la holandesa merced al debutante Bo Bendsneyder.
La parrilla se completa con otro puñado de italianos como Stefano Valtulini, Lorenzo Petrarca o Fabio Spiranelli; la dupla de Peugeot (Mahindras disfrazadas) formada por el escocés John McPhee y el galo Alexis Masbou; el también francés Jules Danilo; los japoneses Hiroki Ono y Tatsuki Suzuki; los malasios Khairul Idham Pawi y Adam Norrodin; el argentino Gabri Rodrigo; el sudafricano Darryn Binder y el checo –otrora gran promesa- Karel Hanika.
Moto2: Un francés, un inglés y un español
Cuando un piloto defiende título y continúa con la misma estructura, resulta inevitable otorgarle el cartel de favorito. Y eso es precisamente lo que sucede con el galo Johann Zarco, que después de firmar un 2015 memorable ha optado por emprender la misma empresa en la que hizo sucumbir a Tito Rabat en dicha temporada: retener el trono.
No obstante, la presencia de Álex Rins cuestiona la teórica superioridad del francés. El porqué es sencillo: si en su año de ‘rookie’ ya fue capaz de estar de forma constante en la lucha por las victorias, con un año de experiencia a sus espaldas puede (y debe) aspirar a absolutamente todo.
Rins es la gran esperanza del motociclismo español para recuperar la supremacía de la categoría reina; si bien es de esperar que el que fuese su compañero y rival en Moto3, Álex Márquez, dé un paso adelante y se consolide en la lucha por las posiciones cabeceras. Un escenario en el que también se espera ver a Axel Pons a tenor de su buena pretemporada. La representación española se completa con Julián Simón, Luis Salom, Edgar Pons, Xavi Vierge y los debutantes Efrén Vázquez e Isaac Viñales.
Tanto Zarco como Rins tendrán que contar con un tercer candidato: el británico Sam Lowes. Desde su éxito en el Mundial de Supersport no ha hecho más que progresar en Moto2, y en su segunda temporada ya fue un habitual de las primeras posiciones pese a contar con una Speed Up por las Kalex de sus rivales. Ya con el chasis alemán, el único objetivo es ganar y seguir con la senda de éxitos británica recuperada por Danny Kent, que será su único compatriota en la categoría.
En lo que a Italia se refiere, la fe está puesta en dos jóvenes pilotos que ya el año pasado probaron las mieles del podio; y que para 2016 esperan seguir con esa evolución: Franco Morbidelli y Lorenzo Baldassarri. Además, estarán los eternos Simone Corsi, Mattia Pasini –que regresa a la categoría- y Alessandro Tonucci –que sube de Moto3-; así como el debutante más famoso de los últimos años: Luca Marini.
Un año más, Thomas Luthi volverá a personificar las esperanzas del motociclismo helvético, sin perder de vista a Dominique Aegerter, aunque también estarán Jesko Raffin y Robin Mulhauser. Otra bandera que a buen seguro ondeará en más de un podio será la alemana, y puede hacerlo de la mano de tres pilotos: Jonas Folger, Sandro Cortese y Marcel Schrotter. Por parte de Bélgica, Xavier Simeon lidiará con la Speed Up; Miguel Oliveira pondrá la nota portuguesa; y el japonés Takaaki Nakagami volverá a ser el referente asiático, sin olvidar al malasio Hafizh Syahrin y el tailandés Ratthapark Wilairot.
MotoGP: Reiniciar programa
Lo bueno que tiene cambiar de temporada es que, cualesquiera que sean los acontecimientos acaecidos en el final de la anterior, todos los pilotos retornan a la parrilla de salida. El campeón, el aspirante y todos aquellos que un año atrás entregaban sus opciones a las primeras de cambio se igualan por primera y única vez durante todo el año.
Este fenómeno es siempre deseable, pero quizá nunca lo fue tanto como en este 2016. La mercantilización mediática sufrida por MotoGP difuminó peligrosamente el espectáculo; por lo que el ‘reset’ era esta vez más necesario que nunca. Se acabó lo de hablar de alianzas y ‘biscottos’: en Qatar, nadie será sospechoso de no dar el máximo en pos de los 25 puntos.
Los candidatos al título volverán a ser los cuatro de siempre; lo que significa que estará en manos de Valentino Rossi evitar que España se convierta en el cuarto país en enlazar cinco títulos seguidos de la categoría reina; con lo que igualaría a Australia y se quedaría a sólo uno de Estados Unidos; y a dos del récord histórico de Italia.
Para ello, España contará hasta con nueve pilotos. La vitola de campeón y los registros de pretemporada señalan a Jorge Lorenzo como el hombre a batir; mientras que las opciones tanto de Marc Márquez como de Dani Pedrosa estarán supeditadas al rendimiento de Honda, por ahora la gran incógnita del paddock.
Un trío de supercampeones que estará acompañado por la gran sensación de los test, Maverick Viñales; cuyo rendimiento ha hecho crecer exponencialmente las esperanzas de podio de Suzuki, donde le volverá a acompañar Aleix Espargaró. También estará Álvaro Bautista como punta de lanza de Aprilia junto al alemán Stefan Bradl; y la representación española se completa con tres pilotos más encuadrados en estructuras satélites: el único debutante de la categoría: Tito Rabat; así como Pol Espargaró y Héctor Barberá.
Después de demostrar a seguidores y detractores que sigue estando plenamente capacitado para luchar por su décimo título; Rossi arranca una nueva temporada con ese objetivo en mente. Los otros tres italianos de la máxima categoría competirán para Ducati: Andrea Iannone –el quinto elemento en el nuevo status de MotoGP- y Andrea Dovizioso seguirán en la estructura oficial; con Danilo Petrucci repitiendo en el Pramac tras asombrar al mundo el año pasado.
El compañero de equipo de este último será Scott Redding, que cambia Honda por Ducati buscando reencontrar sensaciones sobre la moto. Redding representa la gran apuesta de futuro para Gran Bretaña, que también contará con Cal Crutchlow y Bradley Smith; a los que se podría añadir a Eugene Laverty, pese a competir bajo bandera irlandesa. También estará representada Francia de la mano de Loris Baz; mientras que los dos únicos no europeos volverán a ser el colombiano Yonny Hernández y el australiano Jack Miller.
Ya conocemos a todos. Podéis abrir los focos.
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