Felix Magath, ex futbolista profesional y entrenador alemán, ha lanzado una curiosa propuesta con el fin de fomentar el fútbol ofensivo y el espectáculo, a la vez de reducir el aburrimiento. Después de que haya habido 16 empates a 0 en lo que llevamos de Bundesliga, Magath propone no conceder puntos por este resultado. “Así los equipos se verían obligados a atacar y no podrían cerrarse atrás con una táctica muy defensiva”, explicó al portal TZ.com. Por tanto, se seguiría otorgando un punto al empate con goles y tres al ganador.
Para analizarla, partamos de la base de que cualquier aficionado compra una entrada para, más allá de ver a su equipo ganar, entretenerse. Esto implica que lo último que quiere es planteamientos amarrategui ni nada por el estilo; todos queremos ver a nuestro equipo dominar, crear ocasiones, ganar y que lo haga, además, jugando bien al fútbol. Por fortuna o por desgracia, pero, algunos tienen más recursos para lograrlo, mientras que otros se limitan a hacer lo que pueden con presupuestos humildes. En este sentido, a un equipo que cuenta con un presupuesto 10 veces menor, por poner un ejemplo, que su contrincante no se le puede exigir salir a exhibirse, porque lo matarán a la contra. Por tanto, no lo hará, porque no puede. Y si ese equipo logra el 0-0, probablemente, estará más que satisfecho y su afición igual. Y no nos equivoquemos: realizar un partido perfecto defensivamente ante un equipo superior a ti en todos los sentidos tiene su mérito: el fútbol también es defensa.
La propuesta en sí, por tanto, tiene algún que otro inconveniente. Para empezar, que un partido acabe 0-0 no necesariamente implica que este haya sido aburrido: no marcar no implica no intentarlo, puesto que los porteros, por ejemplo, pueden haber sido determinantes y haber evitado la victoria de uno u otro equipo. El otro día, sin ir más lejos, hablábamos de un empate a cero entre Chelsea y West Ham de enero de 2014 en el que San Miguel intervino hasta en 34 ocasiones: ¿Acaso no lo intentaron los blues aquella noche? Sí, lo probaron como nunca. ¿Acaso fue un encuentro aburrido? No, claro que no.
Es más, hay que tener en cuenta que también hay muchos partidos con goles que son aburridos: en definitiva, si un encuentro es aburrido o no no se mide por la cantidad de goles, sino por la calidad. Además, ¿qué ocurriría con las eliminatorias en caso de que un partido acabase con empate acero0: se invalidaría, se volvería a jugar, habría prórroga hasta que alguno ganase, etc.? Por otro lado, esta regla perjudicaría más a los más débiles que no a los grandes: si para muchos equipos ya es complicado de por sí mantener un empate a cero contra Madrid, Bayern, Barça o Chelsea, imagínense si encima han de meter uno para puntuar. Finalmente, a media que pasaran los minutos la tensión iría en aumento y esto podría acarrear que los equipos jugarán con excesiva ansiedad en vez de usar la cabeza, y eso no favorece el espectáculo, sino que potencia los errores.
Que la propuesta es innovadora y original está claro. Que es bueno para el fútbol que haya propuestas así, también: cuantas más haya, más opciones habrá y más podrá enriquecerse este deporte. Pero, lamentablemente, creo que esta medida, además de no cuajar, lo único que haría sería perjudicar a los más pequeños y lo que hay que hacer, hoy por hoy, es justo lo contrario: ayudarles a que crezcan.