Han tenido que pasar 12 Clásicos femeninos para ver, al final de los 90 minutos reglamentarios, un resultado que no fuese una derrota madridista y una victoria culé. Desde el debut de un CD Tacón ya adquirido por el Real Madrid, con un contundente 9-1 en contra, al doloroso 0-4 en Valdebebas del pasado mes de noviembre. Fueron 11 partidos, 48 goles en contra y solo seis a favor. Fueron tres años y medio de frustraciones, de saber que eres inferior aunque la historia de tu escudo diga lo contrario. Este jueves, el Barça estuvo más que nunca contra las cuerdas y el Real Madrid más cerca que nunca de asestar una victoria que además valía jugar una final.
Y, sin embargo, fue el FC Barcelona el que volvió a ganar. Ni el golpe que supuso el golazo de falta de Caroline Weir ni la expulsión de Irene Paredes que las dejó con una menos desde el 60′, ni el tener que jugar una prórroga en inferioridad numérica. Nada hizo temblar el pulso al cuadro de Jonatan Giráldez, que acabó ganando 3-1 para disputar la final este domingo ante la Real Sociedad.
Las azulgranas fueron superiores incluso con una futbolista menos, y aunque el Madrid dispuso de ocasiones para llevarse el gato al agua (una clarísima de Athenea en el 107′), al final fue el Barça quien penalizó severos errores blancos en el tiempo extra. El penalti provocado por Teresa Abelleira lo transformó Mariona Caldentey, y la terrible pérdida de Ivana Andrés (intentó regatear a Oshoala en su propia área) la aprovechó Salma Paralluelo para colocar el 3-1.
Tener que jugar prórroga parecía que penalizaba más al Barça por su condición de inferioridad, pero el Real Madrid no dispone del fondo físico con el que sí cuentan las azulgranas. La diferencia entre el fondo de armario de uno y otro equipo marca también la diferencia. Toril dio entrada a Abelleira e Ivana en el 90′, y ambas fallaron en los goles culés, las dos por evidentes faltas de concentración. En cambio, Giráldez sacó a Oshoala en el 88′ y a Paralluelo en el 104′. Dos jugadoras eléctricas, frescas y poderosas físicamente que desmantelaron el entramado madridista. Más valiente fue el técnico culé, que dio un paso adelante con 1-1 quitando a Patri Guijarro y dando entrada a la ex del Villarreal. Toril no sacó a Nahikari García (la segunda futbolista con mejor promedio goleador de la plantilla esta temporada) hasta el 112′.
¿Sigue acercándose el Real Madrid al FC Barcelona? Parece la misma historia que la pasada temporada, pero con diferente guion. En la misma semifinal de Supercopa femenina la campaña anterior, las blancas aguantaron el 0-0 hasta el añadido, cuando Alexia Putellas decidió. En cuartos de Champions, el Madrid llegó a ponerse por delante en Valdebebas y remontó un 1-0 en el Camp Nou, pero al final perdió por un global de 8-3. Da igual el contexto y el resultado: el Barça siempre gana. Solo el Bayern le ha ganado este curso, solo Wolfsburg y Lyon lo hicieron el pasado. La Real Sociedad lo tuvo en sus manos hace unas semanas, y aun así este domingo podría caerle una goleada en la final de Supercopa.
«Hemos tenido 21 disparos y más del triple de ocasiones que el rival y una hora con una menos. En el partido con 11 y con 10 hemos sido superiores». Los datos de los que presume Giráldez dejan en evidencia a un Madrid cuyo discurso va más enfocado a la diferencia de bagaje que a la de calidad. «Ellas tienen más experiencia, más años. Manejan pequeñas cosas, nosotras necesitamos tiempo». La pregunta es… ¿cuánto?
Foto principal: FC Barcelona femení