A golpe de banderín

Este jueves se enfrentaron el LASK Linz austriaco y el Ludogorets búlgaro en la segunda jornada de la fase de grupos de la Europa League. Fue un partido de locos con siete goles que se acabó llevando el equipo local (4-3), que contaba con una diferencia de tres goles con más de media hora para el final y que acabó sufriendo tras la expulsión de Grgic. Elvis Manu, delantero holandés, firmó los tres goles visitantes. Al contrario que en la mayoría de estadios en tiempos de coronavirus, el Raiffeisen Arena Linz contó con 15000 aficionados en sus gradas.

Pero lo más importante de este encuentro, al menos desde los ojos del que escribe, estuvo en la banda, donde una asistente extremeña se convertía en la primera mujer española en formar parte de una competición continental masculina. En realidad, lo de Guadalupe Porras Ayuso (Badajoz, 1987) es una continua demostración de que con trabajo duro se puede conseguir derribar aquellos muros cada vez menos altos en una sociedad más igualitaria.

Decidida a dedicarse al arbitraje desde que un amigo de su tío le introdujo en el mundillo, Guadalupe pasó cuatro años jugando al fútbol y dirigiendo partidos al mismo tiempo, hasta que finalmente se decidió por el silbato. Solo contaba con 16 años cuando logró ascender a Segunda B gracias a la baja de última hora por motivos laborales de otro extremeño, Felipe de Arriba. Pasó ocho años en la categoría de bronce hasta que le llegó la ansiada oportunidad: sería asistente en Segunda División. Solo dos temporadas después recibió la llamada que cambió su vida para siempre.

Se trataba de un miembro del cuerpo técnico del CTA, que le comunicó que había ascendido a Primera División. Guadalupe, tras superar todas las pruebas, fue elegida por Estrada Fernández para formar parte de su cuerpo técnico, y dispuesta a hacer historia, se convirtió en la primera mujer en debutar como asistente de la máxima categoría del fútbol español. Fue en Son Moix, acompañando a Melero López en un plácido Mallorca-Eibar donde no tuvo que intervenir en una sola jugada por fuera de juego. En un año cargado de emociones ha podido vivir en sus carnes hasta un derbi entre Atlético y Real Madrid, y ha demostrado estar a la altura de las circunstancias, ajena a la polémica que rodea en muchas ocasiones al estamento arbitral. No hace mucho (el pasado 18 de octubre) fue elogiada por su gran actuación en el Betis-Real Sociedad, esta vez ejerciendo como asistente de Iglesias Villanueva. “El ojo de halcón es ella” titularon medios como AS tras señalar dos fueras de juego milimétricos.

El penúltimo paso a una carrera meteórica ha sido su debut en la Europa League, abriendo el camino a tantas mujeres que aspiran, a golpe de banderín, a formar parte de un mundo antes solo reservado para hombres. Que se lo digan a Marisa Villa, la primera mujer en ascender a Primera pero que se quedó a unas décimas de superar las pruebas físicas. Con más de 400 partidos a sus espaldas (el último, la final de la Eurocopa femenina entre Alemania y Noruega en 2013, Marisa ejerce ahora como adjunta a la dirección técnica del Comité de Árbitros de la Federación Española de Fútbol (RFEF). Otro paso más hacia la igualdad, también en los despachos.

“No creo que el fútbol sea machista, la verdad. En mi caso en todo el tiempo que llevo en este mundo y todo lo que he vivido, siempre he tenido el mismo número de oportunidades. Siempre se me ha exigido como al resto y esto me ha permitido llegar a Primera División. Además, yo siempre me he marcado como objetivo ser una más. Hoy puedo decir orgullosa que he llegado a Primera División siendo una más, a mí nadie me ha regalado nada”, señaló Guadalupe Porras en una entrevista con el diario SPORT.

Sin duda, es cada vez más frecuente ver, en cualquier liga europea de primer nivel, al menos una mujer entre las designadas como árbitra principal o asistente. El mejor ejemplo, una Stéphanie Frappart que dirige asiduamente en la Ligue 1 y que hizo historia arbitrando primero la Supercopa de Europa masculina entre Liverpool y Chelsea, después un partido de la Nations League y recientemente el Leicester 3-0 Zorya de Europa League, siendo la primera mujer en dirigir un partido en esta competición.

En España, la esperanza de ver a una mujer como árbitra principal en la élite masculina es sin duda Marta Huerta de Aza, la primera en dirigir en Segunda División B desde la pasada campaña, cuando debutó tan solo un mes después del estreno de Guadalupe Porras en Son Moix. Judit Romano y Eliana Fernández también forman parte de la categoría de bronce como asistentes, y en Tercera División ya figuran hasta 10 colegiadas principales, todas ellas habituales en la Primera Iberdrola.

«Todas las chicas que empiezan pueden ver que se puede lograr cualquier objetivo que se propongan. Es un mundo muy duro, pero todo se puede conseguir con trabajo y sacrificio«, afirma Guadalupe. Ese, sin duda, será su mayor legado.

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