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Tokyo 2020

Brasil se merienda a Honduras

A pesar de todo lo luchado hasta ahora por Honduras, la calidad y las ganas de Brasil pudieron ante el coraje de los catrachos. Un coraje que se convirtió en desesperación a poco del comienzo del partido. Exactamente 16 segundos, los que tardó el capitán de la canarinha Neymar en abrir la lata del partido aprovechando a una defensa lenta y despistada. Tan solo fue el primero de un saco de goles que le caerían a lo largo del partido a los hondureños.

Gabriel Jesus en el minuto 26 y en el 35 anotaría el segundo y tercer gol de Brasil, el segundo de ellos con una asistencias espectacular de Neymar. Ya en la segunda parte, Marquinhos aprovechó un saque de esquina mal defendido por Honduras para anotar a placer el cuarto gol. En la recta final del partido, el futbolista del Gremio Luan Guilherme aumentó aún más la diferencia de goles, convertía el tanto de la manita de Brasil a Honduras. Pero, finalmente, Neymar, el mejor jugador del partido, se encargó de anotar el sexto y último tanto para que los más despistados confundan el partido con uno de tenis. Set limpio para Brasil.

A pesar de la derrota y, por consiguiente, eliminación, Honduras ha hecho historia

El capitán Neymar, que fue criticado tras el estancamiento de Brasil en los dos primeros partidos de la fase de grupos, es ahora alabado por todos los brasileños, incluso por esos imprudentes que tacharon hace días su nombre de sus camisetas para poner el de Marta, la capitana del combinado femenino que ha quedado apeado de los Juegos Olímpicos ante Suecia en semifinales.

La Brasil de Rogelio Micale tiene ahora la posibilidad de hacer historia ganando por primera vez en la historia unos Juegos Olímpicos, el único título que no tiene la canarinha. Tras tantas críticas por parte de la prensa y afición, Neymar podría aupar a los suyos a la consecución de un trofeo que se recordaría durante toda la historia. El reto no es sencillo, pero tendrá a la inmensa mayoría de la grada a su favor, lo que imprime a la vez motivación y responsabilidad.

Sevilla, 1996. Periodismo deportivo como vocación. Amante del fútbol matutino y de los entrenadores arriesgados.

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