La primera jornada de Premier League dejó grandes detalles, muchas promesas y las mismas dudas en los barrios de siempre.
La sorpresa: Saltó en el partido inaugural cuando el Hull City, recién ascendido, recibía al campeón de la Premier League, el Leicester City. Como si de un ‘los gemelos Derrick‘ se tratara, los ‘tigers’ se pusieron en ventaja con un acrobático gol ex aequo entre Abel Hernández y Diomandé. Mahrez empató de penalti injusto, y Snodgrass dejó los tres puntos en casa de un equipo con 13 jugadores del primer planter y con un entrenador interino.
La estrella: Rescató a un flojo Liverpool en la primera mitad con un fantástico tiro libre sobre el pitido final del entretiempo. En la segunda parte comandó el ataque ‘red’ que volvió loca a la floja defensa del Arsenal para hacer su doblete y certificar la primera gran victoria del Liverpool en la Premier League antes de marcharse lesionado. Puro Coutinho.
El estrellado: Temporada nueva, mismas costumbres. El Emirates quería comenzar siendo un fortín, pero pronto fue derribado por la velocidad y el talento del Liverpool de Klopp. El Arsenal no supo defender ni los contrataques rivales, ni el juego posicional, un coladero en el que Cech poco pudo hacer, y una llamada de atención para Wenger y el mercado de fichajes.
La promesa: Victoria contundente del Manchester United en Dean Court ante un endeble Bournemouth. A la espera de Pogba, la maquinaria de Mourinho se engrasa con Mata, Rooney, Martial e Ibrahimovic. Atrás, las dudas pronto se despejaron cuando Eric Bailly saltó al césped con un temple y una intensidad extraordinaria dejando al Bournemouth en solo dos disparos a puerta en todo el encuentro. Más mérito, si cabe, cuando Mourinho confirmó en la zona mixta que el costamarfileño estuvo lesionado toda la semana y solo completó el entrenamiento previo al partido.
El fichaje: Hicieron méritos muchos nuevos fichajes, Janssen cambió el encuentro en Goodison Park para los Spurs. Ibrahimovic persiguió el gol y dio siempre salida limpia con la que contragolpear ante el Bournemouth y Negredo consiguió en 11 minutos lo que tanto persiguió en su época valencianista. Pero fue Sadio Mané, ‘El fichaje’ con su gran actuación que vio redondeada con el mejor gol de la jornada cuando empezó a regatear por banda derecha a todos los gunners que salían a su paso para sentenciar el partido con el 1-4, en aquel momento de encuetro.