Aunque el ritmo de competiciones se haya ralentizado el judoka no para ni en verano. La época estival es una estación que se presta para los diversos stages o campos de entrenamiento que pincelan el mapa. Este tiempo de confluencia y reunión también va servir el próximo sábado 9 de julio para recordar a una de las figuras más distinguidas del judo nacional.
El Maestro José Luis de Frutos desaparecía un 26 junio de hace 10 años a los 56 años de edad. Una vida entregada al judo con mucha generosidad quedaba segada de repente. Fue un judoka que consiguió todo y eso es mucho para una época en la que no había nada. Su palmarés no deja indiferente sobre todo si se encuadra en el contexto que entonces había de recursos y medios, ósea ninguno, pero ganaban por ippon las ganas y los apetitos voraces de información y desafíos.
Se desarrolló en la época de los pioneros del judo español, siendo claramente uno de ellos, Macario, Ojeda, Coruña, Cantalicio, Ortega, Villasante por mencionar algunos. Por estos nombres y los que faltan, todos ellos coetáneos de José Luis, el judo español es hoy lo que es. Ni siquiera bajo el más severo escrutinio de análisis histórico no se puede dejar pasar por alto lo grandes que fueron en aquella época, donde se labraba con letras insignes la historia del judo español.
Pero no son los trofeos lo que despierta más curiosidad con la figura del Maestro De Frutos, si se indaga se descubre entre los que han tenido el privilegio de conocer o estar cerca de esta figura irrepetible, unos testimonios que aúnan en consenso sobre la señalada personalidad de este hombre, sobre ese magnetismo o lazo indescifrable que hay entre el maestro de judo y alumno, es seguro que muchos de los que se reúnan el sábado en torno al recuerdo de este grande del judo español desvelen más sobre la huella enorme que plasma en el correr de las vidas. Desde luego es un tema que merece un buen texto y la que suscribe no se encuentra en esa altura, ni siquiera descifra o encuentra unos buenos adjetivos que rimen con la poesía de esa conexión.
El acto será sobre todo una muestra de respeto y cariño hacia este gran Maestro, tendrá lugar en el pueblo que le vio nacer, Almonacid de Zorita, el ayuntamiento de la localidad se ha sumado también para homenajear la memoria. A este acto y como invitados de honor estarán presentes su estará, su padre Antonio, su hija Gema, sus hermanos Rosi y Ángela y resto de familiares.
En el Polideportivo Municipal se celebrará e u entrenamiento dirigido por alguno de sus alumnos ya maestros en este deporte que despierta pasiones y se arraiga hasta lo indecible, esto era de obligado cumplimiento, el nexo que une sobre José Luis siempre será la actividad que dedico su vida y donde se dejó el alma en muchas ocasiones y en otras mostraba lo controvertido de su personalidad, y eso también es lo hermoso.
Habrá una visita cultural por la villa para conocer el sitio donde creció, no habrá tiempo para el aburrimiento y hay también actividades destinadas para los jóvenes, sobre el tatami obviamente, a mediodía se hará una exhibición de kata y tendrá lugar el homenaje oficial
El escenario sobre el que se desarrolla este sentido homenaje es excepcional en cuanto a naturaleza con la confluencia de los ríos Tajo y Guadiela, también es un entorno rico en patrimonio histórico y cultural, cercano castillo de Zorita de los Canes y el yacimiento arqueológico visigodo de Recopolis, no muy lejos está la ermita de San Antón.
Va ser un una actividad muy especial, de reunión y de recuerdo, sobre todo por el cariño y esmero que se está poniendo por parte de los organizadores, y por la calidez que hay siempre dentro del cosmos del judo español, un universo donde el mayor tesoro es el grupo humano que lo conforman.
Fotos: Fuente amigos y alumnos de D. José Luis de Frutos
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