JOSE ROBERTO NÚÑEZ | Quizás todos hemos presenciado en cualquier etapa educativa como un profesor o el grupo de clase muestra un cierto afecto, simpatía o preferencia por un estudiante, este quizás no será el más talentoso o inteligente (en muchas casos lejos de eso), pero por alguna razón es siempre tomado en cuenta, se gana el afecto de todos o terminas queriéndolo sin saber el motivo y eso te ha hecho preguntarte: ¿por qué?.
En el fútbol este tipo de situaciones casi siempre se hacen presente, en esta EURO en particular, varias selecciones han dado cuerda al debate por la presencia en las convocatorias de quienes para muchos no están al nivel de algunos que tendrán que ver la competición desde la comodidad del sofá (Giacherini, Smalling, Sturaro, Pedro, Carvalho…), pero que en varios casos, terminan mostrando un nivel superlativo con su selección, esos que con la camiseta nacional siempre rinde a otro nivel.
Para la presente EURO, Alemania no fue la excepción a esto, mucho se hablo de la presencia de un Bastian Schweinsteger que no venía en su mejor forma y con pocos minutos tras una lesión que lo alejó de las canchas por un buen tramo de su primera temporada en Manchester, al igual que de Lukas Podolski, que a pesar de tener una temporada aceptable en el Galatasaray, para muchos no superaba el nivel mostrado por algunos de los ‘descartes’ de Löw. Más allá de ello, ambos llegaban acompañados de los carteles de ‘jerarquía’ y ‘vestuario’, además de un claro papel secundario, por lo que a ese asunto no se le dio más larga.
Por otro lado, en el planteamiento titular, quizás después de Mario Götze y ‘el laberinto del ‘9’, del que mucho se habló fue de Jonas Hector. El polivalente jugador del Köln es el preferido de Joachim Löw para la banda izquierda, su capacidad de adaptarse con naturalidad a las posiciones de lateral y carrilero, sumado a su buen rendimiento tanto ofensiva como defensivamente son fundamentales en los variables planteamientos del técnico alemán.
A pesar de ser el único de los veintitrés convocados para justa en Francia que no ha tenido actividad en competiciones internacionales a nivel de clubes, llámese Champions o Europa League, el nativo de Saarbrücken logró consagrase como lateral izquierdo, a tal punto que fue el jugador de la Mannschaft con mayor actividad durante el 2015, por lo que su lugar ya estaba ganado, no con logros a nivel de clubes, padrinos o números, sino con esfuerzo, voluntad y trabajo duro.
Jonas ha jugado todos los minutos posibles en esta EURO, mostrándose acertado en los pases (82%) y dejando grandes números en el apartado defensivo sin recibir tarjeta alguna. En el crucial duelo de cuartos de final ante la bestia negra alemana, Italia, Hector fue determinante, anuló por completo a Alessandro Florenzi costado izquierdo, dio la asistencia a Mezut Özil para colocar a Alemania momentáneamente arriba en el marcador y «con el corazón en la mano» (como el mismo declaró post-partido), marcó el penal decisivo en una tanda dramática.
Por ahora, el profesor está contento, el estudiante por su parte, mejora sus notas en cada examen que presenta y buscará pasar el siguiente y así ser uno de los pocos que digan presente en la trascendental prueba final, el mayor reto de su carrera.
