Hungría ya está eliminada de esta EURO. Una de las revelaciones de esta edición capaz de ganar un grupo con una de las máximas favoritas -Portugal- y a punto de obligar a éstos a hacer las maletas en el último encuentro. Muchos se quedaran con la actuación de su capitán, Balazs Dzsudzsák, confirmado la calidad que ha atesorado durante toda su carrera y la rabia de no haberlo visto nunca en un club más importante. Para otros, la gran sorpresa quizá sea la irrupción de Ádam Nagy, el joven y talentoso centrocampista del Ferencváros que esperemos que se decida a dar el salto a un equipo de entidad.
Sin embargo estoy prácticamente convencido de que el gran público destacaría a su portero: Gábor Király. No solamente en el ámbito futbolístico, que también, pero su excentricidad, esa personalidad que lo hace único ha conquistado al universo fútbol. A sus 40 años de edad ha inscrito su nombre en la historia del fútbol al ser el jugador más veterano en participar en una Eurocopa. Pero es más; a parte de su longeva edad, sus extravagantes pantalones de chándal, su apariencia de padre cuyo único contacto con el balón se produce el sábado noche con la copa de un gin-tonic, sus peculiares saques de puerta -¿cómo calificarlos?- diferentes, y su carisma hacen imposible no amarlo.
¿Quién es Gábor Király?
Hizo su debut como profesional en el año 1993 en el Haladás húngaro. Su compañero Ádam Nagy o Michy Batshuayi -le marcó un gol en el partido de octavos- por ejemplo, no habían nacido cuando el arquero ya había debutado. En el 97’ fichó por el Hertha de Berlín, club en el cual disputó casi 200 partidos. Continuó su trayectoria en las grandes ligas europeas pasando por conjuntos como West Ham, Fulham, Crystal Palace, Aston Villa o Bayer Leverkusen. Regresó a su casa, el Haladás, en el año 2015 con más de 700 encuentros a sus espaldas, ¿se retirará algún dia…?
El chándal
Si algo caracteriza al guardamenta magiar son sus pantalones largos de chándal y las medias por fuera de los mismos. Probablemente el único en la élite que opta por esta indumentaria especial en detrimento de los típicos shorts. «Soy portero, no un modelo. Se trata de comodidad. Es algo que me ayuda a moverme con mayor facilidad”. Esto reconocía el propio Király cuando le preguntaron por su ropa. Además confirmó que probó los pantalones cortos a su paso por Inglaterra y Alemania pero no le convencieron y que son una talla más de la que utiliza habitualmente para mejorar su movilidad.
Un showman
Su edad y su aspecto tan vintage se han ganado el beneplácito de los llamados detractores del fútbol moderno -el famoso against modern football-, un movimiento que vela por una atmósfera de fútbol como antaño, alejado de los contratos millonarios, de las mafias que pretenden hacer del deporte un negocio, de las marcas comerciales… Como Gábor Király, que antepone la comodidad a la estética. Por si fuera poco, es carismático y contribuye al espectáculo con jugadas que hacen las delicias de los aficionados. Especialmente los más pequeños.
Uno de los descubrimientos de esta Eurocopa, a sus 40 años, ha demostrado que el rendimiento, los principios y la diversión no están reñidos sobre un terreno de juego. Gracias a este torneo, todos somos un poco de Gábor Király.