Joel SIERRA – No ha sido la primera y tampoco será la última convocatoria de Mattia Perin con Italia. En 2012 ya fue citado para un amistoso contra Inglaterra, aunque dentro de una lista con múltiples novedades y sin Buffon. Nada que ver con la situación actual. Pese a que no llegó a debutar entonces y es poco factible que lo haga esta vez, Prandelli lo ha ‘rescatado’ de la lista de la sub 21 y ha vuelto a incluirlo entre los grandes para otorgarle -quién sabe si ya de cara al Mundial- el rol de tercer portero de la nazionale, en detrimento de un Marchetti que no está pasando por su mejor momento.
La presencia de Perin puede resultar llamativa pero no es ninguna sorpresa si atendemos al estupendo nivel mostrado durante la presente temporada. Su felina agilidad, sus fulgurantes reflejos y sus fantásticas tapadas y estiradas son el principal motivo, junto a los goles de Gilardino, por el que los grifoni están viviendo una campaña más que plácida.
Fijo en todas las categorías inferiores de la azzurra desde la U17, Perin formó parte junto con El Shaarawy del equipo juvenil del Genoa que ganó el campeonato Primavera en 2010. Después de sendas cesiones en Serie B a Padova y Pescara, donde fue elegido el año pasado mejor portero de la categoría, asumió -con arrojo- ser el número 1 que Sébastien Frey dejó libre tras su salida el pasado verano. Y está cumpliendo con creces.
Tanto Liverani al principio, como Gasperini ahora, le han otorgado una confianza sin ambages a la que el joven arquero de Latina -más cuajado en su vuelta al conjunto genovés- ha respondido con gran personalidad y carisma, dos intangibles fundamentales para un portero de élite. Detrás de su melena y de su constante vaivén eléctrico bajo palos, Perin esconde una maduración gradual de sus fantásticas aptitudes, esas que lo han llevado a convertirse en una de las sensaciones de esta Serie A y en uno de los mejores guardametas jóvenes del continente.
Con oportunidades como la que ahora le brinda Prandelli, Perin seguirá escalando en su consolidación y dando pasos de gigante para sumar sobriedad a sus ya de por sí excelentes características. Mimbres le sobran y por sus condiciones parece destinado a acabar defiendo el arco de uno de los grandes de Italia. Sin ir más lejos, Milan y Napoli ya suenan como futuras novias a corto plazo.
El hoy titular indiscutible del Genoa es el alumno aventajado de su generación pero tendrá que luchar muy duro con otros dos prometedores cancerberos como Leali y Bardi, en el afán por recoger el testigo de su ídolo Buffon y por seguir encabezando la pelea por esa tercera plaza en discordia de la portería de Italia, con Brasil en el horizonte.
Decía Albert Camus, portero en su juventud, que “la pelota nunca viene hacia dónde uno espera”. Razón por la cual Mattia nunca la aguarda, se lanza a por ella. Para Zoff está claro: “es el heredero de Buffon”. Palabras mayores viniendo de quién vienen. Perin sabe que tiene muchas papeletas para serlo, asume el enorme reto y lucha por conseguirlo. Y además –curiosa casualidad e inmejorable augurio para un guardameta transalpino- su apellido acaba en consonante, un rara avis en Italia. Como el de los dos grandes mitos. Como el sempiterno Zoff. Como el referente Buffon. Ahí es nada.
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