Brais TOURIÑO – El pasado domingo por la noche vivíamos ununo de los momentos más significativos de los últimos años en el fútbol portugués, y es que el FC Porto no perdía en casa en Liga desde el 25 de octubre de 2008 frente a aquel sorprendente Leixoes. Más de cinco años sin dejarse puntos en Do Dragao hasta anteayer, mercer al gol de Evandro para el Estoril.
Pero al fin y al cabo, era algo que se veía venir. La situación y sobre todo, el juego del equipo deja mucho que desear desde hace ya bastante tiempo. Hay tres datos que nos pueden ayudar a enteder la realidad portista a estas alturas de campeonato.
El primero, es que está situado tercero, a siete puntos del Benfica; un conjunto que afronta la segunda vuelta en forma y en línea ascendente, todo lo contrario que los dragoes.
El segundo, es el pobre rendimiento europeo, con el equipo eliminado de la Champions en un grupo a priori asequible (Zenit, Atlético de Madrid y Austria Wien), el pasado jueves se dejó empatar en casa con el Eintracht un partido que tenía encarrilado con el dos a cero. Ahora, toca viaje a Alemania, con todo en contra deportiva y socialmente.
Y el tercero, y quizá más demoledor de los datos es que esta es la cuarta derrota de Fonseca con el FC Porto en lo que va de competición. Que es el mismo número de derrotas que cosechó la temporada pasada en toda la Liga siendo entrenador del Paços de Ferreira.
El pasado domingo, una vez más, el FC Porto fue el dueño del balón, pero bajo la llamada posesión esteril. Y las pocas veces que llegó a la meta canarinha, un gran Vagner repelió el peligro. Funcionaba el planteamiento de Marco Silva cuando se llegaba al descanso con empate a cero. Puntualizar que la labor de Marco Silva con el Estoril Praia daría para un análisis individualizado, genio y figura.
Tras el descanso, el juego se fue equilibrando, con un Estoril cada vez más descarado sin olvidarse de defender, valiente pero no alocado. El premio llegó en el minuto 78, cuando Evandro se plantaba delante de Helton y Mangala, tratando de ser sutil aunque sin lograrlo, lo derribaba dentro del área. Gol anotado por el propio Evandro y la sorpresa se consumaba en Do Dragao. A partir de ahí, arreones locales que se topaban con el entramado defensivo dispuesto por el Estoril y con el propio meta visitante, uno de los más destacados del encuentro.
Se llegó al final con un disparo de falta de Quaresma que repele Vagner. Pitido final del árbitro que dió inicio a una pitada multitudinaria de los aficionados que aún no se habían marchado. Los únicos aplausos que salieron de los aficionados portistas fueron para los visitantes.
A partir de ahí, Fonseca explica en rueda de prensa que su futuro tendrá que hablarlo con el presidente, Pinto da Costa. Fuentes no oficiales confirman que el entrenador llegó a poner el cargo a disposición del presidente para que todo terminase el domingo por la noche.
Pinto da Costa le ha confirmado en el cargo hasta el partido de vuelta de Europa League del próximo jueves. Si el equipo no se clasifica, con casi total seguridad Fonseca será cesado. Si se clasifica, es cuestión de tiempo.
Culpa suya, de la planificación o de ambas. Por resultados, sensaciones y fútbol, hace tiempo que Paulo Fonseca está fuera del FC Porto. Ahora, solo falta saber cuando se producirá oficialmente. André Villas-Boas atento a la jugada. Si usted tiene a un entrenador, es el momento de ofrecerlo en Oporto.
You must be logged in to post a comment Login