No hay palabras. No me salen. Es imposible describir lo que está sucediendo. Ni siquiera encuentro un título, todos los que se me ocurren, ya se han utilizado en algún otro momento. Y es que en la última década, siempre se repite la misma historia. El Sevilla FC acaba ganando. Es una sensación extraña y por ello, es complicado de explicar. Mejor dicho, es imposible. Hasta el año 2006, el sevillismo solo había visto a su equipo ganar una liga en blanco y negro y 3 copas del rey, pero para la mayoría de nosotros, todo sonaba a una batallita más de nuestros abuelos, que nos contaban como ‘los stukas’ no eran los aviones bombarderos alemanes, sino la delantera de aquel equipo glorioso. Los López, Torrontegui, Campanal, Raimundo, Berrocal y Pepillo nunca hubiesen imaginado que formarían parte del primer capítulo de una historia que aún se está escribiendo.
Es complicado expresar lo que puede llegar a sentir un sevillista. Es difícil relatar como algo que nadie había conseguido hasta el momento, lo está logrando el Sevilla FC casi sin darnos cuenta. Ganar tres títulos europeos consecutivos, vencer en las 5 finales europeas jugadas hasta el momento, acumular 9 títulos desde que se abrió la ‘Puerta del paraíso’ tras aquel zurdazo eterno.
En Europa, el Sevilla FC ya es un grande. La giralda presume orgullosa en el viejo continente y ya no dicen que nunca se rinde, lo saben. Capacidad de sufrimiento, gen competitivo y ganador -el mismo-, y una afición capaz de multiplicarse con dos armas principales: el alma, y la garganta. Sí, también ‘El Arrebato’ es culpable de la grandeza del pentacampeón europeo. Sí, también el Sevilla es envidiado por una sinfonía que ha servido de amuleto y estimulación en la época más brillante de la historia del club, hasta el momento.
Al final he logrado unir palabras. Ha salido algo. No mucho, porque hay sensaciones que no se pueden transmitir, solo es posible viviendo lo que está viviendo hoy el sevillismo, una tribu privilegiada en un mundo lleno de hostilidades. Para los que no pertenecen a mi tribu, perdonen, no he sido capaz de expresar lo que está pasando, siento no poder ayudarte y probablemente, nunca sabrás lo que intento expresar. Solo una cosa, el Sevilla escribe historia en el presente, y lo estamos viviendo, sin necesidad de ningún DeLorean. Ya nos daremos cuenta de su importancia. ¡Hasta se me ha ocurrido un título! Creo que solo le voy a añadir algo, para no tocarlo mucho: [Título en (roji)blanco]