Benito Villamarín, Betis-Valencia, 7 de febrero de 2016, minuto 85, Musonda recibe de espaldas el esférico a la altura del círculo central, se gira y avanza eléctricamente con el aliento de Gayá en el cogote tras sortear la entrada a ras de suelo de Dani Parejo, y a Gayá no le queda otra que derribarlo por la espalda en el borde del área antes de que el estropicio causado por el famélico extremo belga pase a mayores. Es la expulsión de Gayá y la carta de presentación de Musonda en su debut en la élite española y europea.
Si la carta de presentación tiene como función presentar una candidatura, Charly Musonda no podía haber elegido otra mejor. Desde su estreno ha dejado apreciar unas cualidades innatas para triunfar en el mundo del fútbol: velocidad, verticalidad y conducción.
Estamos ante un proyecto de futbolista importante. Un futbolista con una excelente conducción de balón capaz de ejecutarla a una alta velocidad se transforma en un jugador desequilibrante. Sorprende el desparpajo de este joven talento, que tal como ha reconocido su actual entrenador, Juan Merino, “juega como si estuviera en la calle”. Quizás fue allí, en las calles de Bruselas –su padre, Charles Musonda, jugó una década en el Anderlecht belga- donde Charly Musonda pulió su habilidad con la pelota y la electricidad de su fútbol.
Hace cuatro años ojeadores del Chelsea captaron sus cualidades y Charly llegó a Stamford Bridge junto a su hermano mayor Tika –que aún sigue jugando en el segundo equipo del Chelsea-. Allí la temporada pasada logró con el Chelsea la UEFA Youth League (la Champions League Juvenil) destacando junto a Loftus-Cheek, Isiah Brown y Solanke.
Tras su buena actuación, Charly tuvo ofertas en verano de clubes importantes como Mónaco, Olympique de Marsella o PSV Eindhoven, pero prefirió esperar pensando en un probable salto al primer equipo del Chelsea. Llegó diciembre y Musonda fue el único de los cuatro actores principales de aquel Chelsea campeón de la pasada UEFA Youth League que no había debutado con el primer equipo del Chelsea en partido oficial.
Musonda comprendió entonces que era el momento de salir, y que a veces para seguir creciendo hay que abandonar el nido para buscar tu oportunidad. Eduardo Maciá –director deportivo del Betis- en su mejor decisión desde que llegó al club heliopolitano, lo convenció de que el Real Betis era el lugar idóneo para exhibir su talento y proyección.
Han bastado poco más de dos meses para justificar la tesis, Musonda ha irrumpido en la Liga BBVA como una bocanada de aire fresco, se ha convertido en pieza esencial en el Betis de Juan Merino con un papel determinante. Ha marcado goles, ha dado asistencias y ha demostrado su polivalencia jugando y rindiendo en todas las posiciones de la medular.
Su eclosión en la élite balompédica ha retumbado en gran parte del continente. Así, el actual seleccionador belga, Marc Wilmots, está realizándole un seguimiento personal a fin de poder reclamarlo para la próxima Eurocopa a celebrar en tierras galas. No lo tendrá fácil el joven Charly Musonda de 19 años para poder asistir a una Eurocopa con la mejor selección mundial según ranking FIFA. Un combinado que cuenta para la medular con futbolistas de la categoría de Hazard, De Bruyne, Mertens, Chadli, Witsel, Fellaini o el rojiblanco Ferreira-Carrasco. Tampoco lo tendrá fácil el seleccionador belga, que está viendo in situ como espectador de excepción el alto nivel futbolístico que está exhibiendo el joven Musonda en el actual 2016. Sea lo que sea, en pocos meses saldremos de duda. Mientras tanto Charly Musonda continúa con su meteórica progresión jornada tras jornada en la Liga BBVA, sigamos disfrutando.