La 29ª jornada de Serie A dejó como siempre protagonistas, individuales y colectivos. Nombres propios que describen una jornada en la que la Juventus cumple una vuelta sin perder, la Roma sumó su octavo triunfo consecutivo, la Fiorentina y el Milan pincharon y el Carpi sueña con la salvación. Cielo, purgatorio o infierno, allí llega el alma de los protagonistas de esta semana en la Divina Comedia del Calcio. Una jornada vista por Dante.
CIELO
Paulo Dybala. Ni su juventud ni su precio han supuesto un lastre para él. Todo lo contrario, el argentino ya es el jugador más decisivo de una Juventus que lleva una vuelta entera sin perder. Ha participado en casi la mitad de los goles bianconeri y el gol-partita contra el Sassuolo es una obra de arte. Inmenso.
Mo Salah. En la capital ya se habla de la ‘Roma de los Faraones’, por El Shaarawy y sobre todo por Salah. La Roma sumó su octavo triunfo consecutivo y el egipcio volvió a brindar un partido excepcional. Velocidad, regate, disparo y una asistencia deliciosa a Dzeko: cuando este hombre está en forma es imparable. Rayo.
PURGATORIO
Luca Rigoni. Como el buen vino, es un jugador que mejora con los años. Mediocampista todoterreno, hace poco añadió al gol a sus numerosas virtudes. Salió fatal del Palermo en enero y ahora con sus dos tantos en los dos últimos partidos le ha dado seis puntos clave al Genoa para que el Grifone respire. Carácter.
Carpi. Como el otro debutante, el Frosinone, ha pasado de tener un pie en el infierno a soñar con la permanencia. Tras vencer en el último minuto precisamente al club ciociaro con un penalti de De Guzman, el Carpi se sitúa a solo dos puntos de una zona de permanencia que parecía impensable hace poco. Esperanza.
INFIERNO
Chievo-Milan. El Chievo lleva años siendo uno de los equipos más correosos de Italia y lo suele demostrar cuando se enfrenta a los grandes. El Milan, por su parte, en medio de otro aluvión de críticas y polémicas internas, ha dejado atrás su magnífico momento de forma. ¿Resultado? Un partido para olvidar. Tedio.
Torino. Ni siquiera el buen entendimiento del tándem Belotti-Immobile les sirve para vencer. El Toro solo ha ganado un par de partidos desde diciembre y solo su buen inicio de temporada le permite no sufrir. Los puntos perdidos tras ir en ventaja son una sangría, como ocurrió en Marassi contra el Genoa, que remontó dos goles. Desidia.