La revancha de Vicarage Road

Mayo, mes de las flores y de los playoffs de ascenso en las distintas categorías del fútbol inglés. Desde League Two hasta Championship. Todo en un fin de semana intenso desde el sábado hasta el lunes en el estadio de Wembley, 3 partidos, 3 ascensos, 3 alegrías y… 3 dramas.

Esta historia trata de la ronda previa del play-off final, las semifinales a doble partido de Championship para luchar por una plaza en Wembley para lograr el ascenso a la Premier League. El Watford fue el tercer clasificado en la liga regular del Championship, tuvo cerca el ascenso directo, a tan solo dos puntos se quedó del Hull City. El Leicester fue sexto en aquella tabla, con suerte, empatando a puntos con Bolton y aventajando en uno al Nottingham Forest.

El partido de ida de aquella semifinal se resolvió a favor de los foxes por 1-0, un gol del delantero, ahora del Boro, David Nugent a diez minutos del final. En Vicarage Road se jugaba la vuelta de este play-off entre Watford y Leicester City, el partido comenzó con un trepidante ritmo y las ocasiones se sucedieron hasta el minuto 14 que marcó el checo Matej Vydra para los hornets, la alegría para Gianfranco Zola, entrenador de Watford, y sus aficionados duró cinco minutos, hasta que Nugent, de nuevo, marcó de cabeza el empate (1-1) que dejaba al Watford fuera de la final de Wembley. El cuadro londinense necesitaba marcar dos goles para superar la eliminatoria.

Pasada la hora de juego, Matej Vydra llevó la esperanza a las gradas de Vicarage Road con su segundo gol en el encuentro. Pasaron los minutos, pero no llegaron más goles, Harry Kane tuvo una gran ocasión para el Leicester City, Deeney y Forestieri tuvieron el gol para los locales. Hasta que llegó el minuto 95′ cuando Cassetti derribó a Knockaert dentro del área. Un penalti, que no fue penalti, a favor del Leicester, Knockaert sería el encargado de consumar la sorpresa y llevar a los foxes a Wembley, pero Anthony disparó un mal penalti que paró Almunia y en el rechazo el portero español evitó de nuevo el gol de Knockaert. De un despeje defensivo se formó un contragolpe con el tiempo cumplido, un vertiginoso contraataque que pilló al Leicester descolocado en la banda derecha del ataque hornet que acabó con un remate de Troy Deeney desde el punto de penalti que batió a Kasper Schmeichel y llevó la locura a Vicarage Road y el definitivo 3-1 que llevó al Watford a Wembley.

Han tenido que pasar casi 3 años para que estos equipos se vieran las caras en Premier League, el sábado volvía el Leicester City al lugar de aquel fatídico día, de aquella plantilla que no pudo subir esa temporada a Premier League (lo haría la siguiente temporada) queda la columna vertebral del equipo de Ranieri. Kasper Schmeichel en la portería, Wes Morgan en el eje de la defensa, Danny Drinkwater y Andy King en la sala de máquinas y Jamie Vardy en la delantera, aunque el delantero revelación no jugó ningún minuto en aquel fatídico partido.

El fútbol, como la vida, siempre te da una oportunidad de revancha, de vendetta, cuando más se necesita. Ayer se vieron cumplidos esos daños tras casi 3 años, en el mejor momento, cuando el Leicester City más lo necesitaba. El Leicester no podía dejar escapar los 3 puntos y desaprovechar el empate de sus dos máximos perseguidores. El partido fue muy cerrado, sin espacios, sin ocasiones, ordenado, de lucha y brega en la primera mitad, y de ataque posicional visitante en la segunda hasta que llegó Riyad Mahrez, y de su lámpara mágica controló un balón en el pico del área y lo puso en la escuadra de Gomes que poco pudo hacer para evitar el golazo del argelino y el definitivo 0-1. Tres puntos más cerca del milagro, tres puntos más cerca de lograr una de las mayores gestas de la historia del fútbol inglés. Hace 3 años no pudieron disputar la final de ascenso a Premier League, hace dos años subieron como campeones del Championship, el año pasado consiguieron con apuros la salvación en la Premier League, y esta temporada están a 9 partidos de lograr el campeonato de la máxima división del fútbol inglés.