Muchas personas quizás desconozcan a Alfred Finnbogason, pero son menos de los que sí lo conocemos, ya que con 27 años ha conseguido anotar al menos un gol en varias ligas europeas, siendo su último sello el dejado en Bundesliga con la camiseta del FC Augsburg.
Finnbogason nació en Reikiavik, Islandia, el 1 de febrero de 1989. Comenzó su carrera profesional en 2009 en el Breidablik UBK, formado en sus categorías inferiores, y lo hizo de forma brillante, al conseguir el primer título en la historia del club al ganar la Copa de Islandia y como éxito individual consiguió el premio al mejor jugador joven con 13 goles en sus botas. Mientras preparaba la siguiente temporada, muchos equipos pusieron sus ojos en el joven de 20 años pero continuó una temporada más consiguiendo para el club el título de liga con 14 goles. Sus dos buenas temporadas no pasaron desapercibidas y el KSC Lokeren belga pagó por sus servicios y se lo llevó a la Pro League. En su primer año consiguió ganar la Copa de Bélgica pero su participación durante toda la temporada fue escasa jugando pocos partidos, 4 goles en 22 partidos, lo que acabó en una cesión a la liga sueca para ponerse la camiseta del Helsingborgs IF.
Otro país, otro equipo y otro título que ganaba nada más llegar, la Supercopa de Suecia, pero en su estancia en Suecia si dejó huella al terminar el año como máximo goleador en liga del equipo al conseguir 12 goles en 17 partidos. Pero llegaba agosto y con ello el fin de la temporada para volver a Bélgica, ya pensaba en pasar otro año cedido o pasando los minutos en el banquillo cuando el SC Heereveen holandés le ofreció un contrato de tres años. Él no lo sabía pero en la temporada 2012/13 en la Erevidise viviría su explosión total al anotar 24 goles en su primer año y 29 en el segundo, alzándose ese año con el título de máximo goleador de liga.
Este gran momento de forma por el que pasaba el islandés no pasó desapercibido en las grandes ligas y en la liga española, la Real Sociedad apostaría por él pagando al SC Heerenveen 8 millones de euros para un contrato por cuatro temporadas. Su primer año en España fue complicado ya que nada más llegar sufrió una lesión que le apartó del equipo varias semanas y al volver le costó entrar en juego tanto en el equipo como adaptarse a la nueva liga. Su único gol liguero llegó en el tramo final de la temporada al Córdoba CF. Con Carlos Vela, Agirretxe y la contratación de Jonathas esta temporada hacían imposible un hueco para el islandés en el equipo lo que acabó en una cesión del equipo donostiarra a Grecia, concretamente al Olympiakos hasta el término del periodo invernal. En los 6 meses que jugó en Super League consiguió tan solo un gol, aunque también hay que sumarle el que consiguió en el Emirates Stadium de Londres que supuso el 2-3 y la victoria en UEFA Champions League sobre el Arsenal. Seguramente este gol nunca lo olvidará. Pasada su estancia en Grecia, su destino no fue volver a España sino que ha acabado cedido en la Bundesliga alemana, vistiendo la camiseta del Augsburg.
Tras salir de Islandia y pasar por Bélgica, Suecia, España y Grecia, ahora en Alemania, donde ya sabe lo que es celebrar un gol, tiene hasta el 30 de junio para demostrar su valía como el buen delantero centro que es y con ello ayudar al Augsburg a escalar posiciones en 1.Bundesliga, en busca de esa plaza europea que el año pasado el club consiguió.