En muchos aspectos de la vida, la paciencia es una virtud excepcional, esperar el momento indicado para hacer algo, dar tiempo a que alguien alcance su potencial, aguardar a que las cosas tomen naturalmente su curso, todas estas características son valiosas e importantes en nuestra existencia. La clave de la paciencia, viene determinada en la duración de la misma y es ahí donde radican conflictos con el concepto, cuando los tiempos son muy cortos, se habla de que “se ha agotado la paciencia”, cuando son muy largos se crea un aire de conformismo y de incertidumbre sobre la situación y surgen las interrogantes de “¿Hasta cuándo esto?”, este último caso, aplica perfectamente a la situación, Manchester United – Louis van Gaal.
El holandés empezó su segunda temporada a cargo de los diablos rojos, con la expectativa de llevar al equipo a un nivel superior al de la temporada pasada, durante los primeros dos meses de la actual campaña, las cosas no empezaron del todo mal, aunque había dudas por como jugaba el United, los resultados los colocaban en la cima de la liga y con una mejoría defensiva notable respecto a años anteriores, estos primeros meses fueron, lamentablemente para Van Gaal y sus muchachos, la calma antes de la tormenta, el periodo navideño trajo la eliminación del United de la Liga de Campeones y 4 derrotas consecutivas ante Wolfsburg, Bournemouth, Norwich y Stoke. Tras ese mal momento, el futuro de Van Gaal ha estado completamente en duda, han existido rumores sobre su posible renuncia y que la misma habría sido rechazada inclusive hasta en tres oportunidades por Ed Woodward, jefe de la directiva en la entidad mancuniana. Los malos resultados, el mal juego y la falta de solución a corto plazo, son argumentos sólidos para considerar justa la salida del técnico holandés, es de entender que para el Manchester United, luchar por un 4to puesto cada temporada no es un objetivo, la meta es ser primero siempre y en caso contrario, estar cerca de serlo.
La pregunta que muchos se hacen, se remonta a lo que se comentaba antes, paciencia, ante el contexto actual en Old Trafford y con la disponibilidad de un técnico ganador como José Mourinho, ¿Tiene sentido mantener a Louis van Gaal? Esta pregunta no es fácil de responder, pues a pesar de que hay razones claras para finalizar su relación con el United, existen más dudas aún sobre el futuro inmediato del club si se despide al neerlandés, la posibilidad “Mourinho” es muy seria y eventualmente podría convertirse en realidad, pero el portugués no tomaría al equipo en plena temporada, lo haría como suele hacerlo al inicio de la próxima, eso deja un escenario de inseguridad ante lo que queda por afrontar esta temporada, trofeos como la FA Cup, Europa League y evidentemente la Premier League, empiezan a entrar en sus etapas determinantes y para el United, todavía sigue siendo objetivo ganar alguno de ellos, bajo un interinato (probablemente Giggs) no hay certeza alguna de que las cosas puedan mejorar, pues el galés no cuenta con experiencia suficiente como para tomar a un equipo con fallas tan notables como las que tiene este United, eso explicaría, porque Van Gaal sigue al mando, el otro escenario, es que Ed Woodward de verdad crea en el técnico que él salió a buscar cuando despidió a Moyes y no tiene problema en aguantarlo porque sabe que eventualmente generará resultados, la victoria 3-0 ante Stoke City, el pasado Martes, puede ser un ejemplo válido de porque la directiva no ha apretado el gatillo con el holandés, pero es tan solo una nube más en el cielo y se necesita más que eso para cambiar la percepción de lo que ha sido el trabajo de Van Gaal.
La paciencia trajo sus frutos con Sir Alex Ferguson pero la realidad de aquel United con el actual, era distinta, las expectativas actualmente son otras y no es coherente mezclar situaciones, solo al final de la temporada, se podrá evaluar que tan efectivo fue tener paciencia con Van Gaal, en ese momento, se podrá valorar como una virtud lo que hizo la directiva del United o un fracaso rotundo que deja al club de nuevo, muy por detrás de sus rivales.