La 20ª jornada de Serie A dejó como siempre protagonistas, individuales y colectivos. Nombres propios que describen una jornada en la que el Napoli y la Juventus continúan imparables en cabeza, el Inter y la Roma volvieron a pinchar y el Milan superó a la Fiorentina. Cielo, purgatorio o infierno, allí llega el alma de los protagonistas de esta semana en la Divina Comedia del Calcio. Una jornada vista por Dante.
CIELO
Paulo Dybala. Pocos calificativos positivos quedan por decir esta temporada al argentino. Ni acusó el salto en un primer momento ni la responsabilidad ahora de ser el líder del ataque de la Juventus, que sumó en Udine su décimo triunfo consecutivo con dos goles y una asistencia de Dybala. Arrasador.
Ciro Immobile. Hay goleadores que necesitan un ecosistema muy específico para desarrollar sus virtudes al máximo. Tras un año y medio vagando por áreas de Alemania y España, Immobile volvió allá donde fue feliz y triunfó. Anotó un gol a los nueve minutos de volver, de penalti, y ya forma una ilusionante pareja con Belotti. Feliz.
PURGATORIO
Carpi. Desde el debut del equipo emiliano en Serie A, en Marassi, han cambiado muchas cosas. Entre otras, el equipo: de hecho, en el último partido contra la Sampdoria solo sobrevivían dos titulares de ese primer día, Letizia y Gagliolo. Además, el Carpi venció y sumó por primera vez dos triunfos consecutivos. Revolución.
K.P. Boateng. ¡Boa boa boa! ¡Teng teng teng! El histriónico Crudeli en el indescriptible programa en el que participa celebró con su característica locura el retorno del ghanés a San Siro. Tras un buen partido del Milan, el equipo de Mihajlovic respiró y cerró el triunfo frente a la Fiorentina con un buen gol de Boateng. Retorno.
INFIERNO
Frosinone. Su posición en la tabla no es nada sorprendente pero ya es hora de que suenen las alarmas en el equipo ciociaro. Desde noviembre solo han ganado un partido -frente al colista- y sumado apenas cinco puntos. Y ya acumulan la friolera de 45 goles encajados, más de dos por partido. Urgen soluciones. Coladero.
Edin Dzeko. El del bosnio es, junto al de Jackson en el Atlético, el caso más curioso entre los delanteros en Europa. De evidente nivel de superclase, Dzeko es incapaz de acertar de cara al gol esta temporada en Roma. El encuentro frente al colista Verona, que terminó en empate, fue una colección de errores de todo tipo. Obsesión.