La 16ª jornada de Serie A, última del año 2015, dejó como siempre protagonistas, individuales y colectivos. Nombres propios que describen una jornada en la que el Inter sigue líder pese a perder, la Juventus continúa su remontada y Fiorentina y Napoli recuperaron el rumbo. Cielo, purgatorio o infierno, allí llega el alma de los protagonistas de esta semana en la Divina Comedia del Calcio. Una jornada vista por Dante.
CIELO
Gonzalo Higuaín. No podía terminar de otra manera el año de Higuaín. Aun pesan los fallos clave al final de la temporada pasada pero la segunda parte de su 2015 ha sido apoteósica. Líder destacado como capocannoniere con 16 goles -los dos últimos en el triunfo en Bérgamo-, está siendo el futbolista más determinante del Calcio. Top.
Borja Valero. Los goles, paradas, apariciones estelares o capacidad mediática de otros futbolistas puede que le dejen en un segundo plano, pero no ocultan su enorme calidad e influencia. Borja es el cerebro de la Fiorentina y el éxito del equipo de Paulo Sousa no se puede entender sin su siempre brillante aportación. Clarividente.
PURGATORIO
Vincenzo Montella. El cambio de entrenador en la Sampdoria no solo no había invertido la situación sino que había acentuado la caída del equipo. Por fin, tras ocho partidos sin ganar -cinco de ellos con Montella-, el técnico consiguió su primer triunfo con la Sampdoria frente al Palermo. Respiro.
Lazio. La irregularidad del equipo romano es evidente y las expectativas de incluso estar cerca de la lucha por el Scudetto pasaron a mejor vida. Pioli se mantiene en la cuerda floja pero en este contexto consiguió superar al líder Inter con un doblete de Candreva en un encuentro para olvidar. Altibajos.
INFIERNO
Edin Dzeko. Los inicios del bosnio en la Roma no han sido buenos. Su falta de gol -solo tres en Serie A- cada vez pesa más, acentuada por la crisis del equipo, y su incomodidad es manifiesta. Por si fuera poco, en el último partido del año contra el Genoa, Dzeko fue expulsado por insultar al árbitro y será sancionado. Depresión.
Felipe Melo. Ya es un clásico y por desgracia no sorprende: una acción violenta de Felipe Melo sobre el campo que termina en expulsión. Los cables pelados del medio brasileño volvieron a cruzarse en una acción al final del partido, propinando una tremenda patada en el rostro a Lucas Biglia. Vergüenza.