Síguenos de cerca

Serie A

Dybala, la joya que necesitaba la Juventus

Un pase sin aparentes insidias de Mandzukic, horizontal, a unos 25 metros de la portería. Controla con la derecha y el balón se queda alto. Acomoda con el muslo izquierda y con la misma pierna suelta un disparo, sin dejar caer el balón, que se cuela irremediablemente en la portería de la Lazio. Sentencia y quinta victoria consecutiva de la Juventus. Paulo Dybala ya es devastador con el equipo bianconero.

Pudo parecer una locura cuando Maurizio Zamparini, entre traspaso y multas, pagó más de 15 millones de euros por Dybala, un futbolista de 18 años que apenas había disputado una temporada en la segunda división argentina con Instituto de Córdoba. También cuando tras año y medio en el club y pese a la enorme confianza depositada en él, su figura apenas había destacado en un par de partidos.

Era simplemente el preludio de la explosión: el contexto en Palermo no era el mejor, primero con el descenso -con cuatro cambios de entrenador- y luego con un inicio complicado en Serie B. Sin embargo, la llegada de Iachini al banquillo fue clave, el equipo consiguió el ascenso y Paulo Dybala fue determinante, formando una pareja de éxito con Franco Vázquez que también triunfó el año siguiente en Serie A.

No es casualidad que Andrea Agnelli haya realizado la mayor inversión de su era como presidente de la Juventus para hacerse con los servicios de Dybala, que acaba de cumplir 22 años. Más de 32 millones de euros, que pueden ascender a 40 millones si se superan determinados objetivos. Y cualquier duda que pudiera existir sobre si estaba la altura, el argentino la ha disipado en sus primeros meses en Turín.

 

En su primer partido oficial con los bianconeri, Dybala entró en la segunda parte, anotó un gol y levantó un trofeo, la Supercoppa contra la Lazio. El índice de lo que ocurrió después: el argentino se ha convertido en el jugador más determinante del equipo, una de las principales respuestas para entender la recuperación de la Juventus. La solidez del 3-5-2 al que ha vuelto Massimiliano Allegri y la referencia de Mario Mandzukic por delante le han dado una libertad por el centro, pululando entre la mediapunta y el área rival, que le convierte en imparable.

Dybala ya es el máximo goleador de la Juventus y no solo eso: su influencia en el juego de ataque es total, pieza fundamental en cualquier jugada ofensiva del equipo. La ausencia de los puntales recientes del equipo, especialmente Carlos Tévez, cuya prestación y trabajo eran siempre mayúsculos, ha obligado un tiempo de reflexión y aposento de las nuevas caras de la Juve. Sin embargo, en poco tiempo Dybala ya está siendo un sustituto más que notable de lo que significaba su compatriota sobre el campo.

El diamante en bruto que salió de Palermo está encontrando en Turín la atmósfera adecuada para pulirse y convertirse en la Joya, como ya le apodan. Y su carácter, técnica e influencia le otorgan el potencial de convertirse, en poco tiempo, en uno de los mejores del mundo.

Madrid, 1993. Oscense de adopción. Editor en @SpheraSports. Combino Calcio y ciclismo con todas las consecuencias.

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre Serie A