Voluntad, carisma, agilidad y astucia son los cuatro mejores calificativos para empezar a conocer a Manuel Lanzini, joven enganche argentino que con tan solo 22 años ha jugado en 3 continentes diferentes y en 4 países. Criado en la cantera de River Plate, en 2011-12, tras el año del descenso, el club decide que una cesión a Fluminense sería lo mejor para su evolución como futbolista. En su estancia en Brasil, el presidente de Flu llegó a calificar a Lanzini como “el Neymar argentino”. Cuando finalizó su periodo de cesión, tanto el jugador como el club trataron de prolongar la estancia de Manuel otra temporada más, pero River decidió que era el momento oportuno para su vuelta.
En dicha vuelta, Lanzini pidió al entrenador de River, Matías Almeyda, el dorsal ‘10’ (llevado por emblemas del club como Norberto Alonso, Ortega, Ángel Labruna o Pablito Aimar). Almeyda aceptó la petición y Lanzini comenzó a portar la ’10’ de River, camiseta que, quizá, otorgó demasiada presión para un chico tan joven. La temporada a priori iba a ser fantástica para Manuel, pero no fue así, Almeyda le dio el dorsal que quería, pero no la importancia en el equipo que reclamaba el enganche, pues no llegó a ser fijo para él.
En verano de 2014 llegó la noticia de su traspaso al Al-Jazira de la Liga Árabe del Golfo Pérsico, cobrando 12 millones de dólares. La pasada temporada destacó en tierras asiáticas marcando 8 goles y dando 8 asistencias en 27 partidos disputados, estadísticas en las que tuvo mucho que ver su mejor aliado en el club asiático, Mirko Vucinic.
Fue el 21 de julio cuando se hizo oficial su llegada a la capital de Inglaterra para enfundarse la camiseta ‘claret & blue’ del West Ham United. Lanzini despertó ilusión y duda entre la hinchada ‘hammer’, que esperaba mucho de un jugador que se vio mucho en Argentina y que tuvo un año en el que poco se supo de él en los Emiratos Árabes. Slaven Bilic, entrenador del West Ham en la presente campaña, decidió ir dándole minutos en partidos menos importantes, como jugar con el Development Squad (o equipo reserva). A pesar de ello, Lanzini supo aprovechar sus oportunidades en el primer equipo con goles y buen juego. Y lo que es más difícil, llegar a destacar con una figura como Dimitri Payet a su lado.
Bilic ha sabido llevar la situación a las mil maravillas y ha comenzado a darle importancia en el equipo al argentino, pero en banda derecha con tendencia al medio, una posición en la que se echaba de menos tener un jugador como Manu en el West Ham. Poco a poco va adquiriendo valor en el conjunto del este de Londres, equipo apodado como “matagigantes” en este arranque de Premier, tras vencer a Arsenal, Liverpool, Manchester City y Chelsea en tan solo 9 partidos jugados. Lanzini consiguió marcar en uno de ellos, frente al Liverpool.
El volante nacido en Buenos Aires reúne una serie de características propias del famoso enganche del fútbol argentino. Velocidad, agilidad, capacidad de pase, de regate y de llegada al área para cazar algún rechace. Los rasgos futbolísticos de Lanzini se adaptan a la idea que Bilic quiere implantar en el West Ham, una idea en la que la base es la organización y contundencia defensiva por una parte, y por otra, capacidad de contragolpear de una manera rápida y efectiva. Con este estilo de juego, Lanzini encaja en esa base fundamental del contraataque rápido y con calidad.
Queda mucha temporada por delante y Lanzini puede dar mucho que hablar en la Premier League junto a su compañero de ataque Dimitri Payet. La calidad la tiene y está en una de las mejores ligas para explotar todo su potencial. Conviene no perderle el rastro al argentino porque puede ser uno de los jugadores revelación de esta campaña con tan solo 22 años.