Los 5 años en el club del suizo Lucien Favre a los mandos de los potros acabaron con un balance total de 189 partidos de los cuáles son 89 victorias, 45 empates y 55 derrotas, consiguiendo logros desde su llegada como evitar el descenso y culminando con la gesta del año pasado, clasificando al equipo de forma directa para la UEFA Champions League. Todo esto no debe estropearse por un inicio de temporada fatídico y a la vez inesperado por parte del Borussia Mönchengladbach. Se podría decir que fue un fin de ciclo, un ciclo maravilloso para los aficionados, seguidores y jugadores que llegó a su fin, y Favre lo vio claro cuando después del partido frente al Köln, en rueda de prensa, presentó su dimisión como entrenador del Gladbach. 7 partidos contados todos con derrotas salvo el partido allá por agosto, de Pokal frente al St. Pauli que vencieron 1:4, con un balance de 6 goles a favor y 16 en contra, han hecho que el técnico helvético ponga fin a su etapa y llegue al primer el equipo el entrenador del B, André Schubert.
Su debut podría decirse que fue el soñado por todos, pues después de 5 derrotas consecutivas en Bundesliga, el equipo consiguió una contundente victoria en el Borussia-Park por 4:2 frente al FC Augsburg. Después llegarían 3 victorias más en liga, haciendo que el equipo consiguiera salir de lo más profundo de la tabla de la Bundesliga y colocarse en 10ª posición a tan solo 3 puntos del 4º clasificado, el VfL Wolfsburg. Eso, en lo referido al campeonato de casa, puesto que en Champions League el Gladbach es otro diferente al que visitó el Sánchez Pizjuán hace cuestión de un mes. En España, el equipo alemán dirigido aún por Favre, fue superado por el Sevilla con un contundente 3:0, aunque bien es cierto que fue una extraña derrota ya que dos goles vinieron desde los 11 metros y otro un centro-chut del ucraniano Konoplyanka, en el que Sommer bien pudo hacer algo más.
El caso es que los potros comenzaron con derrota en la competición y frente al rival menos fuerte, en teoría. Con apenas una semana en el cargo Schubert debutaba en la Champions, en casa y frente al todopoderoso club inglés del Manchester City. El partido quedó encarrilado para que fuese un empate a 1, pero en el minuto 90 Agüero transformó un penalti que le hicieron al propio jugador argentino. Lejos de lamentarse por la derrota, el equipo sacó pecho y demostró una nueva mentalidad y un ánimo infundido por la nueva metodología de Schubert y el equipo salió hacia delante. Las posibilidades del Mönchengladbach pasan por el doble enfrentamiento frente a la Juventus, pudiendo disfrutar de una oportunidad para no ocupar la última plaza del grupo.
Es extraño como el cambio de entrenador ha hecho que un equipo que encadenaba 6 derrotas consecutivas sin mostrar síntomas de mejora, de repente consiga ganar con contundencia allá por donde va. Las malas lenguas podrían decir que los propios jugadores querían que Favre se marchara, pero suposiciones a parte, los hechos muestran una mejoría anímica en los jugadores que se transmite en el césped y fruto de ello vuelve a verse el Borussia de la temporada pasada. El director deportivo Max Eberl ya dejó entrever que estaban buscando un técnico nuevo con más experiencia y posiblemente el crédito de André Schubert se acabe en el parón invernal. Pero si los resultados acompañan y el equipo sigue funcionando de la manera que lo está haciendo en estos momentos, no cabe la menor duda de que el club alemán votará por la continuidad del entrenador de la casa y, al menos, termine la temporada al frente del equipo.