El primer partido de Klopp como técnico del Liverpool ha dejado un agradable sabor de boca. El Liverpool ha logrado sacar un punto de un campo complicado como es White Harte Lane tras empatar a cero ante el Tottenham, y poco a poco se van viendo los ingredientes que busca añadir Klopp en esta nueva receta llamada Liverpool.
Presión: Es el aspecto básico que quiere traer el alemán al equipo de Merseyseide. Ya lo dijo en el momento en el que fue presentado como nuevo entrenador red. Sus equipos se basan en una presión asfixiante que ahogue a los rivales. Algo que se ha denominado la Gegenpressing y que ya se ha visto en el debut de Klopp. En los primeros 25 minutos del encuentro hemos observado algo que no estamos acostumbrados a ver en los últimos años en el Liverpool: correr como leones a recuperar el balón una vez que se ha perdido. De esta manera, se hace notable la defensa y lucha de jugadores que pocas veces veíamos comprometerse en defensa, como es el caso de Coutinho. En este nuevo estilo de Klopp solo caben los jugadores que se sacrifiquen, y en el partido de hoy dos de los más destacados han sido Lucas Leiva y Emre Can, quienes formaban el doble pivote en el 4-2-3-1 típico del técnico alemán. Los datos lo dejan claro: el Liverpool ha hecho 50 sprints más que el Tottenham y es el primer equipo que ha corrido más en un encuentro que los de Pochettino esta temporada.
Energía: Todo aficionado al fútbol que haya visto un partido del Dortmund en los últimos años es conocedor de la energía y actitud que mueve Jürgen Klopp. Hoy, contra el Tottenham, lo hemos vuelto a ver. Hemos podido oír sus gritos en la banda o ver como gesticulaba para motivar a los jugadores. Y este, es un aspecto básico y muy importante que utiliza Klopp para que sus jugadores no se duerman ni un solo instante en el transcurso del partido. Así consigue el alemán que sus jugadores lo den todo en cada jugada. Esto conlleva consecuencias negativas también y que se han podido visualizar hoy, y es que los jugadores acaban agotando sus fuerzas. Pero eso se ve recompensado por el cariño que muestra el alemán hacia sus jugadores. Hoy también se ha hecho notar el cariño de Klopp, y un ejemplo claro lo vemos en el cambio de Lallana, quien al ser retirado del terreno de juego ha caído agotado en los brazos de Jurgen.
Agresividad: Como si de un pack 3×1 se tratara, el Liverpool en White Hart Lane ha sido un equipo mucho más agresivo de lo normal. Esto ha originado que los reds hayan realizado más faltas de lo que venía siendo habitual, y aunque el número de amarillas han sido únicamente dos (Milner y Lucas), la agresividad a la hora de presionar ha sido patente.
Estos son principalmente los tres ingredientes que ha traído Klopp al Liverpool. Cada uno de ellos es distinto se combinan entre sí. Así pues, las primeras pinceladas de esta nueva era en el Liverpool demuestran que Klopp sigue bajo las mismas ideas que en el Dortmund. Una presión constante y agresiva que lleven al fallo al contrincante para poder salir a la contra con rapidez. La idea parece clara, pero al equipo todavía le falta acostumbrarse a ella y tener mayor brillantez en líneas ofensivas. Sin embargo, los aficionados están con el técnico alemán y saben que es un proyecto a largo plazo. Al fin y al cabo Klopp no tiene una varita mágica que borre todos los problemas, que no son pocos, que llevaba arrastrando el Liverpool en los últimos meses.