No estaba siendo una noche plácida. El Bayern llegaba al descanso uno a cero abajo contra el Wolfsbsurgo, que penalizó uno de los escasos fallos defensivos del equipo en la primera parte. No se creaban oportunidades, la movilidad era prácticamente nula y, lo poco que se tiró, o iba fuera o Benaglio se encargaba de despejarlo. Una vez más, el Bayern se encomendaba a los cambios y a las variaciones tácticas al descanso de Pep Guardiola para buscar la remontada. Lewandowski y Javier Martínez fueron los elegidos para resolver el problema en el que se habían metido. Sin embargo, ni las mentes más imaginativas sabían que la Bundesliga, el Bayern y Robert Lewandowski estaban a punto de vivir una noche histórica.
Simplemente inexplicable
Transcurridos los quince minutos de descanso, Bernat y Thiago fueron los elegidos para salir del campo y dar entrada a los dos antes mencionados. La consigna era clara: Combinar más rápido, ser más imprevisibles e intentar empatar lo más pronto posible. El Wolfsburgo respiraba tranquilo… Hasta que Lewandowski decidió entrar en acción para que empezara su fiesta.
Los récords que ha batido Lewandowski:
- El Hattrick más rápido de la historia de la Bundesliga. Tardó 4 minutos. El récord estaba en poder de Michael Tönnies desde 1991, que lo hizo en 5.
- El «póker» más rápido de la Bundesliga.
- Nunca antes un suplente marcó tantos goles saliendo desde el banquillo.
Nueve minutos. ¿Cuantas cosas pueden hacerse en ese tiempo? Muchísimas, pero, ¿marcar cinco goles? Algo asombroso y que probablemente tardaremos en ver de nuevo. Los nueve minutos transcurrieron en un abrir y cerrar de ojos, como cuando ves pasar por el cielo a un cometa e intentas pedir un deseo lo más rápido posible. Cada gol era más espectacular que el anterior. Empezó marcando en el área chica y terminó anotando de volea por toda la escuadra para completar su actuación. Estaba absolutamente «on fire«. Es una de esas noches donde todo te sale bien, cuando parece que estás tocado por una varita y puedes hacerlo absolutamente todo. No daba tiempo a calcular los datos o a admirar el gol anterior antes de que Lewandowski volviera a perforar las redes. Se agotaban los adjetivos. Guardiola no daba crédito y acabó con las manos en la cabeza:
«No lo entiendo… ¡Cinco goles! Esto no lo he vivido nunca, ni como jugador ni entrenador. No puedo explicarlo.«
«Fue espantoso. Tenemos que olvidarlo rápidamente. Esto fue una demostración de poder.» Daniel Caligiuri habla del suceso como si de una pesadilla se tratara. El Wolfsburgo fue un espectador de lujo que no pudo hacer nada. La cara de incredulidad de Hecking o Naldo era el reflejo de lo que estaba pasando en el terreno de juego. El equipo visitante quedó tan aturdido que no fue capaz de llegar hilar alguna jugada de peligro.
Tras la tormenta, llegó la calma
Después de nueve minutos de lujuria y desenfreno, volvió la tranquilidad. Lewandowski pudo haber metido dos goles más, pero Rodríguez (en la línea) y Dante evitaron algo más histórico aún. Por fin dio tiempo para masticar y saborear todo lo que acabábamos de ver. El polaco volvió a deslumbrar al mundo, una vez más, como ya hiciera hace dos años cuando le marcó cuatro goles al Real Madrid de Mourinho en las semifinales de Champions League. Lewandowski es, desde hoy, el hombre récord de la Bundesliga.