Evidentemente Ernesto se equivocó el domingo. Hasta él mismo lo reconoció. Una cosa es rotar a dos o tres jugadores y otra bien distinta es revolucionar completamente el once. Hasta nueve caras nuevas en El Madrigal con respecto al partido del jueves en Europa League.
Y eso que el 11 tampoco era tan «raro», ya que menos en la línea de 3 por detrás de Kike Sola, todos eran «expertos» en estas lides. Pero cuando juntas muchos cambios y muchos «no habituales», por no decir suplentes, corres el riesgo de no tirar ni una vez a gol en todo el primer tiempo.
Más allá de las polémicas decisiones que adoptó Clos Gómez, tardó Valverde en rectificar y soltar a «los cazas» Aduriz y Raúl García. Pintaba bien. Hasta que un zapatazo desde fuera del área de Mario hizo el 2-0. Iraizoz podía haber hecho más.
Con el Athletic «volcado» llegó el 3-0, todo un clásico en el Madrigal, campo «maldito» que se dice. Aunque Aduriz «maquilló» el resultado con otro gran gol de cabeza. Mención especial para el Rey León que ya es el segundo máximo goleador este año dentro de las competiciones europeas en juego.
Pero vayamos a Ernesto y el debate de las rotaciones. ¿No es pronto para llevarlas a cabo con esa intensidad? Estamos en septiembre. ¿No se podía haber dejado solo a Beñat y Aduriz descansando por ejemplo? ¿No es mejor ganar al Villarreal que es un rival directo que pelear contra el Real Madrid y correr el riesgo de perder los dos envites?.
No criticaré yo a Valverde después de dejarnos cuartos hace dos años, séptimos el curso pasado además de llegar a la final de Copa y ganar la Supercopa ante el todopoderoso Barça. Pero no se puede olvidar que Valverde tiene todo lo que pide y se puede. Llamó a Raúl García y aquí está. Se dice, repito, se dice, aunque uno sepa algo… que en diciembre o enero se volverá a hablar de Monreal y Javi Martínez. La Eurocopa está a la vuelta de la esquina. No abordaré más este tema para no debatir más sobre rumores pero… cuando el río suena…
Antes de acabar. Que quede claro que un servidor es pro-Valverde, y ojalá renueve por tres años más, pero no puede buscarse excusas. Ha pedido y tiene todo lo que ha solicitado. No tiene excusas que otros sí podrían tener. Pero para Urrutia no pasa nada. Un recordatorio de los mimbres que tiene no estaría mal. Es la importancia de llamarse Ernesto.
Este miércoles viene el Real Madrid, y el Athletic formará con los 11 presumibles titulares con la idea doblegar al imbatido Real Madrid de Keylor y diez más.