La 2ª jornada de Serie A dejó como siempre protagonistas, individuales y colectivos. Nombres propios que describen una jornada en la que la Juventus perdió de nuevo, el Chievo Verona se sitúa líder y Jovetic es capocannoniere en su retorno a Italia. Cielo, purgatorio o infierno, allí llega el alma de los protagonistas de esta semana en la Divina Comedia del Calcio. Una jornada vista por Dante.
CIELO
Riccardo Meggiorini. Espectacular inicio de temporada del Chievo Verona, líder, comandado en ataque por Meggiorini. El veloz delantero ya anotó y asistió en el debut con triunfo en Empoli; y en la goleada contra la Lazio abrió el marcador y luego habilitó el tanto de Paloschi con un extraordinario toque de espuela. Devastador.
Plenos. Hasta cinco equipos han conseguido dos triunfos en las dos primeras jornadas de Serie A. Además del líder Chievo, el Torino venció al Frosinone y a la Fiorentina (ambos en remontada), el Inter al Atalanta y al Carpi (con tres goles de Jovetic), el Sassuolo al Napoli y al Bologna, y el Palermo al Genoa y a Udinese. Perfección.
PURGATORIO
Luiz Adriano-Bacca. El Milan de Mihajlovic consiguió en Empoli su primera victoria, pero como bien destacó el enfadado técnico serbio, se revivieron recientes fantasmas. El juego del equipo fue para olvidar y solo la calidad de los delanteros Luiz Adriano y Bacca, varios peldaños por encima del resto, decantaron el partido. Diferencia.
Roma. Tras el tropiezo y mala imagen de la primera jornada, la Roma se redimió, y de qué manera, en el primer gran duelo de la temporada contra la Juventus. Dominó de inicio a fin el partido y aunque sufrió al final, ya había resuelto el partido con los grandes goles de Pjanic y Dzeko. Golpe.
INFIERNO
Juventus. Dos derrotas en las dos primeras jornadas. Un hito histórico, puesto que jamás la Juventus había comenzado tan mal el campeonato de Serie A. El vigente campeón, tras la derrota en casa ante Udinese, amplificó esta mala imagen en el Olímpico de Roma, en un partido en el que siempre estuvo a merced. Depresión.
Lazio. Semana horrible del equipo de Stefano Pioli. Tras caer eliminados en la previa de la Champions League, goleados en Leverkusen, sufrieron un duro varapalo frente al sorprendente y combativo Chievo. Cuatro goles encajados y una prestación absolutamente negativa en un agosto para olvidar. Tropiezo.