Al sur de Italia, en la pequeña ciudad de Cava de’ Tirreni, perteneciente a la región de Campania, hace poco menos de un siglo unos jóvenes burgueses fundaron una sociedad deportiva bajo el nombre de Unione Sportiva Cavese 1919, en la que tendrían cabida deportes como el ciclismo, el atletismo y, cómo no, el fútbol.
Los inicios de club en los años 20 fueron ilusionantes. Llegaron a la segunda categoría del fútbol italiano con una rapidez impresionante, y lograron en la temporada 1922/23 jugar en la Prima Divisione (hoy la Serie A), en donde permanecieron dos temporadas, las últimas desde entonces. Sin embargo, tras este inicio prometedor, el equipo Aquilotti no tuvo mejores años, y permaneció anclado en las divisiones menos importantes del Calcio.
Pese a ello, la società tuvo su momento de gloria tras varios años de sufrimiento cuando, estando en la Serie B, asaltó San Siro y se llevó una victoria contra el Milan, motivo por el cual se le comparó con el todopoderoso Real Madrid, llegando a conocerse al modesto equipo transalpino -a modo de broma- como Real Cavese.
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Tras ese (corto) periodo de tiempo de éxitos, la Cavese volvió a la cruda realidad de descensos e incontables derrotas, hechos que no frenaron a una numerosa y animosa afición enamorada de su equipo. Una afición que no dejó de lado al club cuando entró en quiebra y tuvo que ser refundado en 1991 y 2011, con la consecuencia de tener que cambiar la denominación del club a Unione Sportiva Dilettantistica Cavese 1919.
No obstante, unas pocas temporadas antes de la mencionada refundación, la afición mitelliani gozó de un ligero despegue deportivo del equipo que coincidió con el ascenso a la Serie C1 (hoy Lega Pro) tras haber quedado campeón de la C2 (hoy Serie D). Así, para la temporada 2006/07, disfrutarían de nuevo del derbi provinciano contra la Salernitana. Un derbi que ya le gustaría haber jugado a Catello Mari.
Hace 8 años murió durante la celebración del ascenso a C1, Catello Mari, jugador del Cavese. Mural en Cava de’Tirreni pic.twitter.com/PDgJhhiFp2
El año del ascenso a la Serie C1, en el centro de la defensa biancoblú se erigió una figura que conectaba el campo con la grada. Una simpatía entre mutua que terminó en una relación de amor, con el joven Catello Mari dedicando goles a la Curva Sud del Stadio Simonetta Lamberti. Goles que ayudaron al ascenso en una temporada de ensueño, con el defensa como claro protagonista, y con toda la ciudad de Cava de’ Tirreni en las calles celebrando un ascenso Carpe Diem.
Todos celebraron aquella noche, todos menos Catello Mari, que prefirió marcharse a casa después de semejante gesta por lo cansado que había terminado el partido. Sin embargo, Catello nunca llegó a casa. Y es que un accidente de tráfico acabó con la vida y la prometedora carrera de este joven jugador, tiñendo las calles de negro en lugar del biancoblú de la Cavese.
Ante semejante suceso, la ciudad entera permaneció de luto varios días y despidió a su ídolo como merecía. Pero en el afán de recordarle en cada partido, los tifosi más radicales de la Cavese decidieron renombrar la Curva Sud como Curva Catello Mari, además de adaptar la canción de Hugo Blanco de la década de los 60, “Moliendo Café”, éxito en ventas en Italia en 1962, como dedicatoria al futbolista.
Al cántico le pusieron el nombre de “Dale Cavese” y gracias a un vídeo que se volvió viral, la Unione Sportiva Dilettantistica Cavese 1919 se hizo famosa, logrando que numerosas aficiones del mundo -como la de Boca Juniors, Besiktas, Real Madrid o Ajax, entre muchas otras- fueran moliendo café al ritmo de la batuta de Catello Mari.
Gran Canaria, 1996. Fútbol Internacional por los cuatro costados. Amante del Calcio. Me encanta escribir y el mundo audiovisual. Gestiono la cuenta satélite de Sphera Sports sobre fútbol italiano, @CalcioSphera. En Twitter me encuentras como @Jaime96Ojeda.