Destacar en algo no es tarea sencilla. Al menos mantenerse. Lograr el éxito siempre será más sencillo que mantenerlo. Ofrecer alternativas poco habituales, alejadas de lo que popularmente se tiene asimilado, suele convertir a sus protagonistas en personajes destacados.
La Premier League, desde que hiciera entrada el nuevo milenio allá por el año 2000, acogió de forma romántica la figura de Rory Delap. Un futbolista que destacaba en cada partido, y no por su faceta goleadora precisamente (35 goles en 587 partidos profesionales), sino por una facultad física que convertía cada saque de banda en auténticas jugadas de peligro.
Un futbolista que marcó una época, que era adorado y admirado por aquellos románticos del mundo del fútbol que miraban más allá de los resultados, más allá del fútbol mediático. Rory Delap convirtió la práctica del saque de banda en un auténtico arte. Un futbolista dotado con la potencia física que otros tenían en los pies.
Sus mayores éxitos en esta parcela llegaron durante su etapa en Stoke-on-Trent, cuando militaba en las filas del Stoke City, pero lo cierto es que no fueron sus únicas experiencias en el primer nivel inglés, ya que disputó también la Premier League defendiendo la camiseta de Derby County, Southampton o Sunderland.
Un auténtico lanzador de faltas en forma de saques de banda. Un futbolista que contaba con la ayuda de los recogepelotas en el Britannia Stadium, cuando le entregaban una toalla para secar el balón en cada saque de banda. A domicilio, se veía «resignado» a utilizar su propia camiseta. Una imagen que quedó grabada en las retinas de muchos aficionados. El tacto debía ser total, controlado. Instantes después Delap ponía el balón en el corazón del área con una velocidad y violencia absolutas, rotundas, que ponía en serios problemas a los rivales.
Parecían centros de falta, con el pie, que generaba pesadillas para las defensas rivales, tanto por los remates que pudiesen nacer de un centro así como de sus propios rechaces, ya que la velocidad que provocaba el lanzamiento era totalmente incontrolaba a la hora del despeje, y algún que otro portero o defensa veían sus despejes convertidos en goles en contra o córners.
Un artista que no compartía el escaparate mediático de los grandes goleadores de la época, que no generaba grandes titulares, pero que creaba ocasiones de gol como los mejores asistentes del torneo inglés.
Cada saque de banda a favor era celebrado por su afición como un córner, ya que sabían que el peligro a favor de los suyos estaba por llegar, acabara o no en gol. Una pesadilla, un auténtico quebradero de cabeza cuando el bueno de Delap se acercaba a la banda para coger el balón. Cabe decir que la gran mayoría de veces contaba con la permisividad del colegiado, ya que el tiempo que se tomaba, evidentemente, era superior al del resto de saques de banda, pero todos parecían aceptar esa parte del show, esa aportación al espectáculo que se generaba cada vez que se disponía a ello.
A finales del 2013, a sus 37 años de edad, decidía poner fin a su carrera deportiva, decidía retirase del fútbol profesional para dedicarse, desde categorías inferiores, a la tarea de entrenador. Actualmente, es técnico en la cantera del Derby County, uno de los clubes que tuvo a lo largo de sus más de 20 años de carrera profesional.
Delap, Rory Delap. El futbolista inglés que marcó una época y que, muy posiblemente, cuente con uno de los mejores saques de banda de la historia del fútbol inglés, todavía hoy recordado.
Valencia, 1989. Productor Audiovisual. Cultura y fútbol Brit como forma de vida. Intento ir más allá de lo que veo. Tengo mucho que aprender, y es maravilloso.