Casi 500 días. Desde el 23 de Noviembre hasta el 4 Abril de 2015, más concretamente. Han ocurrido muchas cosas en el mundo del fútbol. Entre otras, el Real Madrid consiguió la ansiada Décima copa de Europa, Marcelo Bielsa emprendió rumbo hacia Francia para dirigir al Olympique de Marsella, el chileno Manuel Pellegrini ganó su primera Premier League en su primer año en Inglaterra, los inagotables Javier Zanetti y Ryan Giggs colgaron sus botas, una selección europea ganó una Copa del Mundo en suelo sudamericano en Brasil 2014, Cristiano Ronaldo ganó dos balones de Oro y así como estas, muchas otras cosas impactaron el escenario del balompié mundial.
Una de las pocas cosas que en este periodo de tiempo siempre fue constante (hasta el pasado fin de semana) fue la supremacía del Manchester City por encima de sus rivales de la ciudad, Manchester United. El periodo post-Ferguson trajo consigo un periodo de inestabilidad profunda para el United, y el City supo capitalizar sobre la misma, consiguiendo 3 victorias consecutivas sobre su acérrimo rival en partidos de Premier League.
Ha sido tal la hegemonía de los del Etihad Stadium sobre su rival histórico en los últimos años que muchos se inclinaron a pensar que llegaban tiempos de cambio a la ciudad de Oasis, y que ahora el equipo verdaderamente grande de la ciudad eran los dirigidos por el ingeniero Manuel Pellegrini. Quienes asumieron esta afirmación, eso sí, tenían de su lado, las estadísticas y los trofeos previamente mencionados.
El año 2015 está siendo un año peculiar. En Enero, los Citizens comenzaron en gran forma y recortó considerablemente la distancia contra el líder Chelsea, inclusive llegó a estar a tan solo 2 puntos, mientras que los Red Devils, con mucha irregularidad y poca solidez, lograron mantenerse firme en su objetivo de clasificarse para la próxima edición de la Champions League, pero mirando muy de lejos la batalla entre los equipos de Pellegrini y Mou. La actualidad ofrece cambios.
El Manchester City se encuentra a 9 puntos del Chelsea (los de Stamford Bridge con un partido menos), con 3 derrotas en sus últimos 5 partidos de Premier League, eliminado y superado ampliamente por el FC Barcelona de Luis Enrique en Octavos Final de UEFA Champions League, y superado por el Middlesbrough de Karanka en 4ª ronda de la FA Cup. Una plantilla que el año pasado fue campeona y lucía bien encaminada, en este momento, es duramente cuestionada y la continuidad de su técnico está seriamente en duda.
Por el otro lado de la ciudad, el Manchester United se encuentra tercero a un punto del segundo (Arsenal) y por primera vez desde Noviembre de 2013 se encuentran por encima de sus vecinos en la tabla de posiciones ligueras. Los de Louis van Gaal llegan con una racha de 5 victorias consecutivas, en la que han derrotado a rivales directos como Tottenham y Liverpool. Más allá de las victorias, finalmente se ve a un Manchester United jugando con una idea, con un propósito, un equipo agresivo y atractivo, que después de mucho tiempo entretiene a su exigente grada, los grandes momentos de Carrick, Herrera, Mata, Fellaini y Young, contrastan con los bajones de Agüero, Dzeko, Navas, Fernandinho y Nasri.
En vísperas de un clásico, aunque muchos opinen lo contrario, los momentos de forma influyen. Son partidos en los que se pone en juego algo más que 3 puntos. Una derrota es un golpe duro a la moral, y para el vencedor es el envión anímico necesario para enfrentar lo que está por venir.
Por primera vez en casi 500 días la mitad roja de Manchester puede llegar a este derbi mancuniano con sensaciones positivas, mientras que la mitad azul llega con más dudas que respuestas. Aún así, si existe una oportunidad para Pellegrini para cambiar radicalmente la situación, el domingo en Old Trafford se presenta la ocasión ideal, pues más que los puntos, está en juego el dominio en la ciudad de Manchester.