Es el chico de moda. Todos quieren una foto con él, todos quieren verle, e incluso más de un equipo ya planea su cambio de aires. De forma legal, existía la posibilidad de verle con otros colores, y así fue. La mejor de las localizaciones, el mejor de los estadios. Wembley, the Home of Football, uno de los grandes templos del fútbol europeo (con mejores épocas pasadas, antes de su reconstrucción). La casa del fútbol inglés por excelencia.
La gran fiesta tendría al chico de moda. Harry Kane, el mejor delantero inglés de la temporada, el atacante que está rompiendo registros, que ya es máximo goleador en solitario de la Premier League. Fue su primera convocatoria con la selección absoluta de Inglaterra. Era la primera gran oportunidad que tendría con los Three Lions a nivel absoluto, ante un Wembley repleto hasta la bandera con 83,671 personas en sus gradas. Pero tuvo que esperar.
Las previas le colocaban como titular junto a Wayne Rooney. Pero no fue así. El seleccionador Roy Hogdson eligió a Danny Welbeck como titular, relegando al delantero del Tottenham al banquillo. Su turno debía esperar, pero «Hurri-Kane» no defraudaría.
Rooney marcaba el 1-0, dando otro pequeño paso por convertirse en el máximo goleador de la historia de la selección inglesa, ahora en poder de Sir Bobby Charlton, con 49, colocándose a sólo 2, con 47. Pero todo quedó ahí, ya que el capitán inglés fue sustituido por Kane, por el chico deseado, al que todos querían ver.
Fue su momento. Ya era oficial. Harry Kane estaba jugando con Inglaterra en el mítico estadio de Wembley. Y la bomba no tardó en llegar. 80 segundos más concretamente. Menos de 2 minutos tras saltar al terreno de juego y Kane marcaba. Locura. Se había cumplido. Todos querían verle, y él siguió con una dinámica goleadora que le están convirtiendo en uno de los mejores delanteros de la Premier League.
El temprano debut goleador, pronto, le comparó con Rooney, máximo goleador en activo. Mientras que el delantero del Manchester United tardó hasta 6 partidos para marcar su primer gol, Kane sólo necesitó 80 segundos. Evidentemente, una estadística sin bases, sin fundamentos fijos, pero que circuló tras su gol.
El niño bonito del Tottenham cumplía las expectativas generadas y debutaba con gol. La fiesta era total. Inglaterra acabaría ganando a Lituania en un cómodo encuentro con marcador de 4-0. La noche perfecta. 4 goles, 4 goleadores diferentes.
Harry Kane está viviendo la mejor temporada de su carrera deportiva. Y todo ello con sólo 21 años. 30 goles entre todos los torneos suma hasta la fecha, convirtiéndole así en uno de los grandes focos mediáticos del fútbol inglés. Sus cifras goleadoras hicieron que el seleccionador Roy Hogdson acabara cayendo rendido a las peticiones populares, hicieron que, pese a su juventud, sea un ídolo casi nacional (permitamos la duda de la zona Gunner del Norte de Londres).
Es el muchacho de moda. El ídolo de la juventud, el chico prodigio para los veteranos, y ahora también con la selección. Sus cifras son notables y relevantes, dejando cada vez menos dudas sobre su capacidad deportiva. En sólo 80 segundos (79 según la Football Association) se metió en el bolsillo a una afición que, a nivel de selecciones, suman muchas decepciones en los últimos años.
Es un hecho. Tuvo el mejor de los debuts, e incluso aseguró tras el choque que vivió en Wembley la mejor noche de su carrera deportiva. Ahora, con toda una carrera deportiva por delante, debe mantener el gran nivel en el fútbol de clubes para, así, seguir contando con oportunidades y opciones de defender a los Three Lions en el futuro.
Harry Kane está en la cima de su corta carrera. Quizás, como aseguran muchos, ha logrado lo más sencillo, lo más accesible. Ahora debe mantenerse en lo más alto, cuando la presión es mayor, cuando más miradas están sobre su figura. Ahora debe seguir demostrando que su temporada fantástica no es fruto de ninguna casualidad posible.