Sola, sentada en una silla a la sombra, depauperada por el inexorable paso del tiempo. Ya no es tan bella como antaño y es a la última a la que sacan a bailar cuando da comienzo el baile. Tras probar infinidad de cremas anti-arrugas y anti-vejez, que no han servido para otra cosa que para vaciarle el bolsillo, la Vecchia Signora vuelve a enfundarse el vestido de las grandes ocasiones junto a un inmenso vacío de miedo que su mirada sigue dibujando aún. Su hegemónico reinado en la Serie A es inconcluso, pero en Europa continúa languideciendo demasiado pronto. Sin embargo, este año, en Turín impera el optimismo y la Juventus ha encontrado un nuevo caballero (Massimiliano Allegri) con el que asistir al baile de final de curso.
La buena gestión de Massimiliano Allegri. El preparador nacido en Livorno ha arrostrado todas las dudas y críticas surgidas a principios de temporada a base de buenos resultados y buen juego. El equipo tiene la liga en el bolsillo y está clasificado para los cuartos de final de la Champions tras el batacazo del curso pasado. La Juventus tiene las ideas muy claras y juega un fútbol depurado y sin fisuras. El cuarto Scudetto consecutivo caerá más pronto que tarde, la Juventus aventaja 14 puntos a la Roma a falta de 30 por disputarse. Un hecho que permitirá las rotaciones antes de afrontar los partidos de la Champions. Allegri cuenta con el reconocimiento y la confianza de todos los miembros del club y el equipo sólo ha perdido un partido en la Serie A. “Allegri es un técnico que siempre ha demostrado saber ganar allí donde ha entrenado. Es el perfil ideal para llevar al equipo: ganador, motivado y con ideas óptimas”, declara Giuseppe Marotta.
Suerte en el sorteo. El sorteo de los cuartos de final ha sido muy benévolo con el conjunto de Turín y han quedado emparejados con el Mónaco de Leonardo Jardim. El rival más débil de todos los que podían tocar. ¿La suerte del campeón? No es aconsejable vender la piel del oso antes de cazarlo pero todo lo que no suponga el pase de la Juventus sería una sorpresa mayúscula. Desde la temporada 2002/03 (en la que llegaron hasta la final), no han vuelto a pisar una semifinales. Además, para los pupilos de Allegri no supone una obligación ganar la orejona, cosa que no sucede en emporios mediáticos como Madrid, Barça o Bayern. El hecho de no tener esa presión añadida desde las oficinas del club y el ostentar la condición de tapado en la competición, son dos factores que sin duda juegan a favor de la Juventus.
Combinación de juventud y experiencia. Con un once titular con una media de edad de 29,5 años, los futbolistas juventinos están en el cenit de su carrera. Un equipo joven y en plenitud física, pero lo suficientemente mayor para tener experiencia. El cariz que está tomando la plantilla es maravilloso y dicha combinación se distribuye perfectamente entre todas las líneas del equipo. Jugadores que ya han ganado la Champions League (Evra, Pirlo y Tévez) e imberbes futbolistas como Pogba o Morata que sueñan con jugar este tipo de partidos. Sin ninguna estrella del top-10 mundial, pero con una columna vertebral repleta de jugadores notables.
Tándem Tévez-Morata. Argentino y español están casando a la perfección y entre ambos marcaron los cinco goles de la eliminatoria contra el Dortmund. Carlos Tévez está en el mejor momento de su carrera y sigue vacunando a los arqueros rivales semana tras semana. Además, en Turín ha encontrado el lugar idóneo en el que desarrollar su juego y su compatriota Juan Sebastián Verón así lo atestigua: “Aunque sentimentalmente para él sólo existe Boca Juniors por una cuestión de corazón, en Turín se encuentra muy bien. Está más maduro y más sereno, es como si hubiera encontrado otro Boca. Se le ve en los ojos”. Con el exdelantero del Real Madrid sucede tres cuartos de lo mismo. En la Juventus se siente respaldado y fruto de sus goles y buenas actuaciones, se ha ganado la titularidad y la convocatoria por parte de Vicente Del Bosque.
Por todo ello, el combinado transalpino aspira a dejar de ser el patito feo en la Champions League y convertirse en un hermoso cisne, al que todos admiren y respeten. La ilusión de la afición sube como la espuma y la Vecchia Signora ha puesto sobre aviso al fútbol continental. La ambición de directivos, entrenador y jugadores pasa por vencer la máxima competición continental o, al menos, suponer una amenaza real para el resto de competidores. Es una posibilidad.