Clase magistral. Así podrían definir muchos el encuentro del Paris Saint Germain en Stamford Bridge ante la mirada de cerca de 50.000 aficionados en las gradas, y de millones de espectadores en todo el mundo, que eligieron el duelo de los parisinos contra el Chelsea su plato principal para la noche europea.
Un empate 1-1 de la Ida, con Mourinho por medio, jugando en casa como locales. Nada llamaba al desastre, nadie tenía entre su vocabulario de mano la palabra fracaso. Pero sorpresa. Inesperada, claro. El PSG se llevaba la eliminatoria de vuelta para París en un partido épico, peleado, plantando cara en cada uno de los metros del terreno de juego y presentando una valentía que sorpendió a conocidos y extraños.
El Chelsea era favorito. Las probabilidades de que el conjunto Blue pasara a Cuartos de Final eran altas. Más todavía cuando Zlatan Ibrahimovic (por una acción que todavía muchos debaten) vio la cartulina roja directa. Todo parecía de cara, a su favor. La gente animaba, viendo la clasificación más cerca. Pero no, bombazo, sorpresa mayúscula.
El conjunto de Laurent Blanc plantó batalla, peleó como pocos esta temporada en el Bridge y logró igualarle dos veces el partido a los ingleses, una para forzar la prórroga con gol de David Luiz y otra para sentenciar la eliminatoria con el gol de Thiago Silva.
Las curiosidades de la máxima competición continental presentan situaciones como la vivida por el Chelsea. En la Ida se adelantaban 0-1 con gol de Ivanovic y posteriormente empataría Cavani. Con ese 1-1 llegarían a Londres, para que Cahill pusiera el 2-1, empatado 2-2 luego por David Luiz. En la prórroga, con la emoción a flor de piel y más cansancio del planificado, Hazard colocaría el 3-2 en el global para que, posteriormente, casi sobre la bocina, Thiago Silva volviera a empatar 3-3 la eliminatoria. Ese fue el resultado final. 3-3. El valor doble de los goles a domicilio dio el pase al PSG, que no fue en ningún momento por delante en la eliminatoria, sino todo lo contrario, siempre a la sombra, empatando los goles del rival.
Blanc se había quejado en la previa de la Ida porque, según su parecer, Mourinho había forzado la eliminación en FA Cup para, así, preparar con más garantías los partidos de Ida y Vuelta (justo coincidían con el torneo copero). Pero ni así fue suficiente. En Stamford Bridge jugó un equipo, el francés, que creyó y peleó por sus posibilidades, por muchas o pocas que fueran.
El Paris Saint Germain tuvo jornada liguera el pasado fin de semana, mientras que el Chelsea había descansado por no disputar FA Cup. Es decir, más descanso para los ingleses. Pero no queda ahí. Los de Jose Mourinho jugaron desde el minuto 32 con superioridad numérica, por la polémica expulsión de Ibrahimovic. En total 88 minutos (58 de tiempo reglamentario más la media hora de prórroga) minutos jugando con un jugaro más) con un jugador más. Pero tampoco fue suficiente.
La dupla defensiva formada por los brasileños David Luiz y Thiago Silva anularon el poderío ofensivo de Diego Costa. Thiago Motta, Verratti y Javier Pastore destacaron de forma notable en un centro del campo francés que fue un bloque, que funcionó de forma perfecta, anulando y generando las ideas de unos plomos Blues que fueron fundidos con el paso de los minutos.
No fue la noche del Chelsea, pero no lo fue por un PSG que rozó la genialidad, que fue superior pese a tener que superar decenas de barreras, fue mejor en muchos aspectos tácticos del partido y, pocas veces ocurre, a Mourinho le ganaron la batalla táctica.
Ni el doble partido, ni el superior descanso, ni la ventaja de la Ida, ni siquiera las 3 ventajas que tuvieron en el global de la eliminatoria. El Chelsea fue eliminado de forma meritoria, en favor de un Paris Saint Germain que maravilló a conocidos y extraños, que estará de forma sorprendente en el sorteo de Cuartos de Final y que ha dejado tocados al líder de la Premier League.
Y es curioso. Con Liverpool eliminado en Fase de Grupos, el Chelsea era el equipo inglés que mejor torneo había hecho, y que más posibilidades de clasificación tenía, ya que la situación de Manchester City y Arsenal de cara a sus respectivos partidos de Vuelta no parece ser la mejor ni la más cómoda.
Una crisis del fútbol inglés que se sigue acentuando, que deja en mal lugar al Chelsea por el partido en casa, ensalza a un PSG que maravilló en la noche europea y que deja a los Blues con la Premier League como único objetivo hasta final de temporada.