El Aston Villa no levanta cabeza. Se está metiendo en un pozo del que es muy complicado salir. A pesar de tener los mismos puntos que el QPR, que es quien marca la salvación, los Villanos suman once partidos ligueros consecutivos sin ganar. Desde el 7 de Diciembre ante el Leicester más concretamente. No logran pasar del empate, su gran barrera, y lo que les está salvando es precisamente eso, los empates. Pero no son suficientes. Necesitan más victorias si no quieren meterse en un lío serio que acabe finalmente con un descenso de categoría.
Calidad no le falta a este equipo. Cleverley, Benteke o Carlos Sánchez son algunos de los futbolistas de nivel que disfrutan en Villa Park. El pasado lunes se anunciaba la llegada de Tim Sherwood al club de Birmingham. La salida de Paul Lambert fue un alivio para todos los aficionados del club que, ilusionados, deseaban ver esa calidad reflejada en el campo con orden y con las ideas claras. Pero parece ser que ni siquiera con un técnico nuevo son capaces de ganar. Frente al Stoke City debutaba el técnico inglés y no lo ha hizo con buen pie al perder sobre la bocina, de penalti.
Llaman la atención las seis tarjetas rojas que han recibido. La última fue precisamente en el partido contra los Potters, cuando Ron Vlaar cometió una imprudencia terrible haciendo un penalti en el minuto 92. Es muy posible que estas expulsiones sean uno de los motivos por el cual el Aston Villa debe encerrarse atrás en algunos encuentros, renunciando a la victoria. Pero sería una desfachatez decir que no luchan por llevarse los tres puntos. Siete tiros por partido no son pocos. No están teniendo suerte. Sólo llevan 13 goles en las 26 jornadas que han disputado. 0,5 goles por encuentro es muy poco. Lo intentan, lo pelean, pero no lo consiguen.
Ron Vlaar hace falta en el área a Victor Moses (Stoke) provocando un penal.
Donde si logran ganar es en FA Cup. El Aston Villa ya se encuentra clasificado para la ronda de Cuartos de Final y se jugarán el pase a Semifinales con el West Brom, en casa, como locales. Existe el deseo de seguir avanzando y de llegar hasta Wembley, pero quizá no sea lo más importante ahora mismo. En Premier League la situación no es buena, coqueteando con el descenso, y quizás no sea positivo centrarse de forma abusiva en un torneo europeo.
Tim Sherwood tiene trabajo por delante. Debe levantar la moral del equipo y empezar a cosechar buenos resultados si no quiere que el equipo se hunda. Tiene trece jornadas para salvar al Aston Villa.