Miércoles 4 de febrero. Lo que podía ser un día cualquiera para cualquier aficionado del Union Berlin acabó siendo totalmente lo contrario. Benjamin Köhler, quien había jugado 18 partidos de liga hasta ese momento, tenía que dejar de jugar al fútbol inmediatamente. Un cáncer en el estómago es el culpable. El club informó de ello inmediatamente mediante un comunicado en la web. El berlinés venía aquejado de fuertes dolores de estómago durante la pretemporada invernal y nada más volver se sometió a unos análisis para ver cuál era el problema. La noticia fatídica llegó de forma sorpresiva. Nadie en el club, ni el propio jugador daban fe de ello. Tras darlo a conocer, el jugador ha decidido que tratará su enfermedad desde la intimidad.
„Este diagnóstico es un schock para todos y lo siento muchísimo por Benny. Contribuiremos en lo que podamos ayudarle. Le deseo de todo corazón que se cure pronto.» Dirk Zingler, presidente.
Precisamente la ayuda del club tardó un solo día en llegar. El contrato de Köhler expiraba en junio de 2015, por lo que solo le quedaban unos meses de contrato. El club decidió renovarle por un año más, es decir, hasta junio de 2016. El entrenador, Norbert Düwel afirmó que Benny «es y seguirá siendo» un componente importante del Union Berlin y que está «seguro» de que volverá a vestir la camiseta del equipo. El presidente también tuvo palabras a cerca de la renovación: «Esta enfermedad demandará todos los esfuerzos de él y su familia, se entiende que estaremos a su lado.»
Pero los detalles de su club no terminaron ahí. En el último partido de liga que enfrentaba al Union Berlin y al VfL Bochum, el árbitro detuvo el encuentro sobre el minuto 8 tras salir el balón por la banda. Nadie sabía el motivo, pero los compañeros de Köhler si. Todos, los once jugadores de campo, los suplentes, utilleros y cuerpo técnico se dirigieron al terreno de juego y se giraron a la grada donde estaba «Benny» viendo el partido. Todos se pusieron camisetas que llevaban el numero 7, su dorsal, con una frase que decía «Juntos luchamos». El estadio aplaudió el gesto y se coreó su nombre. El Union Berlin hizo honor a su nombre.