Se disputó en Anfield un siempre interesante duelo entre Liverpool y Chelsea, correspondiente a la Ida de las Semifinales de la Capital One Cup, que finalizó con empate 1-1, dejando abierta la eliminatoria de cara al encuentro del próximo martes.
Un partido en el que los Reds fueron superiores, sobre todo en el segundo tiempo, pero que acabó en tablas gracias a una gran actuación del portero belga Courtois, que llevó a cabo grandes paradas para evitar que el resultado no fuera del todo negativo para los Blues.
Sin embargo, el partido ofreció sensanciones de insuficiencia en algunos tramos para los de Brendan Rodgers. De no ser por el joven Sterling, muy seguramente, el encuentro se hubiese traducido en una derrota local. La sensación era que la defensa del Chelsea dominaba todo balón que llegaba al área, y el ataque Red era insuficiente. Y lo peor de todo, echando una mirada a la banda parecía que ahí no había soluciones al respecto.
Una delantera la del Liverpool esta temporada que está traduciéndose en una decepción total. Los delanteros del conjunto inglés están viviendo una muy pobre campaña a nivel goleador. En este mismo partido llegaba a Anfield Diego Costa, uno de los mejores delanteros de la temporada en Inglaterra, y su comparación con los atacantes del Liverpool da para muchos puntos de vista. Sólo Diego Costa suma en Premier League 17 goles, mientras que entre todos los delanteros Reds suman 10. Es decir, el delantero español del Chelsea suma 7 goles más, él sólo, que todos los atacantes del conjunto a orillas del Mersey.
Y un caso resalta por encima del resto. El siempre mediático Mario Balotelli está traduciéndose en una decepción rotunda, en un fracaso deportivo que muchos todavía investigan en descubrir la razón. El delantero italiano anoche vio el partido desde su casa, tal y como se preocupó de compartir en sus perfiles de redes sociales, con una foto al lado de la televisión. Faltaría más, querido Mario.
Un futbolista que ha perdido su prestigio en la que iba a ser una vuelta exitosa al fútbol inglés, donde ya había militado en las filas del Manchester City. Comenzó su andadura por la ciudad de The Beatles desde la titularidad, diluyéndose poco a poco hasta ser suplente, para acabar fuera incluso de alguna que otra convocatoria.
27 millones de euros pagó el Liverpool al AC Milan por su traspaso el pasado verano. Mario Balotelli era el elegido, entre otros, para sustituir a un Luis Suárez que bordó la excelencia deportiva en su última campaña en Inglaterra antes de su marcha al FC Barcelona. El reto era importante, mayúsculo. Quizás en uno de sus momentos de forma más cuestionados, volver al país donde ya había militado años atrás, parecía una etapa interesante a nivel personal y deportivo, y muchos veían en él un producto mediático que generaría miles de miradas hacia Anfield.
Y sí. Muchas miradas están dirigiéndose hacia la ciudad de Liverpool, pero las críticas hacia la figura de Balotelli ya son un hecho desde hace algunas semanas. Un delantero que, según dicen, dejó su mejor versión (si es que la tuvo) hace años, y del que se asegura incluso ha visto como el personaje polémico y mediático ha ganado la batalla al futbolista.
Imagen de Puma, con contratos multimillonarios, pero en mitad de un desierto deportivo que preocupa, y mucho, a los aficionados Reds, que no ven en él una esperanza para el aspecto goleador del equipo. Ante el Chelsea Sterling fue el gran protagonista, gracias a una jugada personal que desarticuló la defensa Blue para cruzarla perfecta y colocar el 1-1 definitivo. Pero hasta ese momento alguna que otra duda por la falta de definición.
El Liverpool dominó, pero era incapaz de, hasta el gol del empate, romper un cerrojo impuesto por Mourinho. Lo peor de todo era que Brendan Rodgers no parecía tener soluciones de garantías en el banquillo. Y en su casa, con un pijama de dudoso gusto estético, Balotelli afirmaba estar viendo el partido. Un delantero que se encuentra sin rumbo, que no está teniendo una vuelta soñada, y que ya muchos cuestionan su calidad sobre los terrenos de juego. Parece, Super Mario ha quedado para generar contenidos y titulares nada relacionados a su profesión de futbolista.