Como ya todos sabréis a estas alturas, Seahawks y Patriots son los dos candidatos a la SuperBowl XLIX que se jugará en Arizona el próximo 1 de Febrero. Los dos eran favoritos en sus choques y el pronóstico se cumplía. Hasta aquí todo parece lógico. Podría parecer normal que los Patriots volviesen a aplastar a los Colts, como habían hecho en los anteriores enfrentamientos entre ambos.
Tampoco era descabellado que los Packers pusiesen en problemas a los Seahawks. Pero lo que ocurrió en el CenturyLink Field es otra historia, lo que ocurrió allí fue…
FINAL NFC: Seattle Seahawks 28 – 22 Green Bay Packers
¡Una auténtica locura! Es la única manera que se me ocurre para definir lo que pude ver este domingo en Seattle. Fue como una de esas películas en las que parece que te estás enterando, después empiezas a ver que hay cosas que no cuadran, y a falta de 5 minutos estás más perdido que el barco del arroz. De las que entiendes cuando bajan los créditos. Es como si el mismísimo David Lynch hubiese escrito el guion del partido.
El partido comenzaba con la defensa de los Seahawks cometiendo una infracción tras otra y regalando yardas. Cuando parecía que Green Bay se pondría por delante, Sherman interceptaba a Rodgers en la End Zone. En el siguiente drive, también Wilson era interceptado por primera vez. Esto hizo a los Packers adelantarse en el marcador gracias a Crosby que, tras un fumble de los de Seattle en un retorno de kickoff, anotaba su segundo FG. Los locales seguían atascados en ataque y, aún en el primer cuarto, Cobb establecía un sorprendente 0-13.
El segundo cuarto fue más de lo mismo, más errores que aciertos, y unos Packers que se ponían 0-16. Ha-ha Clinton Dix conseguía su segunda intercepción, y en el siguiente drive era Maxwell quien devolvía el balón a Seattle. Pero Wilson, en la peor primera parte de un QB que he visto nunca, volvía a lanzar un pase a las manos de un defensor. Green Bay simplemente gestionaba las recuperaciones asegurando puntos fáciles. Marcador corto al descanso visto lo visto.
El tercer cuarto comenzaba con un punt por cada equipo y el primer drive decente de los Seahawks. Wilson encontraba solo a Baldwin dentro de la 20 en un 3rd&19. Acabarían anotando un TD después de un maravilloso fake en un FG. Ya en el último cuarto, los Packers aumentaban su ventaja hasta los 12 puntos. Entonces apareció en el partido “la Bestia”. Marshawn Lynch, muy bien defendido durante tres cuartos, comenzó a destrozar la defensa packer. A falta de 5 minutos el público se lo empezaba a creer, pero RW3 lanzaba su cuarta intercepción. Posesión para los de Green Bay y poco tiempo en el reloj. La remontada parecía poco menos que una utopía.
Los Packers intentaban correr con Lacy pero la defensa de Seattle no cedía una yarda. Los locales utilizaron dos tiempos muertos para que el reloj no corriese demasiado. Y si todo lo anterior parecía raro, ahora comenzaba la auténtica locura.
Menos de 3 minutos quedaban cuando Lynch hace otro jugadón, esta vez atrapando un pase junto a la cal y yéndose hasta la 9. En un tercer down, Wilson, conseguía entrar en la End Zone recortando diferencias. Evidentemente, necesitaban recuperar la posesión con un onside kick, y lo hicieron. En una desafortunada jugada para los Packers, el balón rebotaba en un casco y los Seahawks estaban cerca del milagro.
Los de McCarthy estaban en shock, y un monstruoso Lynch anotaba el TD que ponía, por vez primera, a los de Pete Carroll por delante en el marcador. 20-19, por lo que había que jugarse una conversión de dos puntos ya que un posterior FG de Green Bay les podría arrebatar la victoria. El QB de Seattle, muy presionado, sale corriendo y lanza a la desesperada un balón que atrapa Luke Wilson en un error garrafal de Clinton Dix. Ya sin tiempo para más, un nuevo FG de Crosby nos llevaba a la prórroga.
Los Seahawks ganaban el sorteo y eso parecía la puntilla para los Packers, que casi veían como se esfumaban sus opciones. Dos pases de RW3 eran suficientes para cruzar el campo y que Kearse anotase el TD que les daba la victoria, y por lo tanto, el pase a su segunda SB consecutiva.
LAS CLAVES
- El front seven de los Packers. Si hay que destacar algo positivo durante el partido, es la presión que ejercieron durante la mayor parte del tiempo sobre Wilson. Las intercepciones, además de por un día nefasto del QB, se debieron en gran parte a esto. Además, lograron limitar su juego terrestre conteniendo a Lynch más tiempo del que se podría esperar.
- El conformismo de McCarthy. Los Packers tuvieron cuartos downs en las yardas 1 y 2 durante el primer cuarto y no se los jugaron. Pese a que Seattle tiene la mejor defensa de la NFL, hay que aprovechar esas oportunidades. La diferencia al descanso podría haber sido casi definitiva. Intentaron asegurar puntos y eso les costó el partido.
- Más que suerte, errores. Durante la primera parte los Packers veían como les caían balones en las manos en forma de intercepción, unas veces por malos pases de Wilson y otras porque los receptores no conseguían atraparlas. A eso hay que sumar, las 9 penalizaciones que sufrieron los Seahawks.
En la segunda parte, era Seattle quien se encontraba enfrente a una secundaria con errores de bulto, o con un regalo en un onside kick cuando Bostick intentó, sin éxito, atrapar el balón.
LA JUGADA DEL PARTIDO
Menos de cinco minutos para finalizar el tercer cuarto y 0-16 en el marcador. Seattle estaba jugando el peor partido que se le recuerda y, para una vez que llegaron a zona de anotación, no convirtieron un tercer down. En ese momento, en 4th&10 y con un par, cuando todos veíamos al kicker correr para el chutar el FG, ocurrió una jugada magistralmente ejecutada. Ryan recibía el balón y, en vez de posarlo en el suelo, salía corriendo hacia su izquierda y lanzando a la End Zone para que el rookie Gilliam anotase ante el asombro de los ST de Green Bay.
FINAL NFC: Seattle Seahawks 28 – 22 Green Bay Packers
Justo después de la locura de Seattle, comenzaba en Foxboro la otra final de conferencia, donde los Colts intentarían dar la segunda sorpresa en dos semanas. Pero poca emoción tuvo el encuentro, y más después de haber visto el anterior.
Poco tardarían los Patriots en ponerse por delante. Cribbs fallaba al atrapar un punt y les dejaba muy cerca de la End Zone. Blount, de nuevo una pesadilla para la defensa de Indianapolis, anotaba el primer TD del partido. A los Colts les costaba muchísimo ganar yardas y acabaron chutando un FG de 51 yardas que falló Vinatieri. En el siguiente drive, los locales anotaban el 14-0.
El segundo cuarto comenzaba con una intercepción de D´Qwell Jackson que aprovecharían los Colts para hacer su mejor drive del partido. Una gran recepción de Hilton los llevaba hasta la 30 y, finalmente, Fleener anotaría los únicos puntos del partido para su equipo. New England seguía llegando con facilidad a la zona de anotación y Gostkowski anotaba el 17-7 antes del descanso.
En el segundo tiempo nada cambiaría, Brady seguía dirigiendo una orquesta en la que destacaban los solos de Edelman por aire y Blount por tierra. Tanto se gustaron que se pusieron 24-7 con un pase de Brady a Solder…sí, el tackle. Y si el partido tenía poca historia, aquí se acababa. El resto fue una especie de entrenamiento con público donde Gronkowski con un TD, Revis con una intercepción y Blount rompiendo placajes de tres en tres para volver a anotar, se unían a la fiesta.
En los Colts por no funcionar, no lo hacían ni los equipos especiales. Se podría decir que Edelman ganaba más yardas en cada retorno que ellos en cada drive. El tercer TD de Blount cerraba el marcador con un 45-7 que reflejaba a la perfección la diferencia en el terreno de juego.
LAS CLAVES
- Legarrette Blount. Si él pudiese elegir, jugaría todas las semanas contra esta defensa. No tenían forma de pararlo y eso que estaban avisados. Corrió como quiso y asfaltó totalmente la defensa de Indianapolis. Acabó con 148 yardas y 3 TD en 30 carreras.
- El ataque de los Colts. Mal partido de todo el ataque en general y de Andrew Luck en particular. Sólo pudo completar 12 de 33 pases para 126 yardas y fue interceptado dos veces. Cierto es que la defensa de New England está a un gran nivel este año, pero cuando llegas a estas alturas se espera algo más. Muy decepcionantes los Colts y su falta de soluciones en ataque.
- El hambre de los Patriots. En un partido que casi quedaba finiquitado a principios del tercer cuarto, Belichick no dejaba a los suyos relajarse un segundo. Ni siquiera daba descanso a jugadores importantes cuando el partido era una auténtica paliza. Lo mismo se puede decir de los jugadores, si podían ir a por más, eso hacían.
LA JUGADA DEL PARTIDO
Sólo habían transcurrido cinco minutos desde el descanso y los Patriots, que ganaban 17-7, se encontraban en un 3rd&1 dentro de la Red Zone. Con ese resultado, con esa posición, y viendo el destrozo que Blount estaba haciendo por tierra, estaba claro, iban a correr. O eso es lo que pensábamos todos. Porque con una formación claramente de carrera con seis OL alineados, el tackle Nate Solder se declaraba elegible y, tras un play action donde todos iban a por el RB, se quedaba totalmente solo para recibir el balón de Brady y colarse en la End Zone. Cosas de Belichick.
Ayamonte, 1984. Residente en Sevilla. I.T. Informático de Sistemas. Amante del fútbol, el basket y, en especial, de la NFL. Debutando en este mundillo de la mano de Sphera Sports.
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